~Los Conflictos de mi Corazón~

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Yo era una chica normal, siempre me consideré de las chicas promedio, con calificaciones promedio, cuerpo promedio, de las que no sobresalía en deportes o en actividades culturales, claro porque no le dije nunca a nadie mis cosas.. Hasta que entré a UA y mi vida cambió por completo. 

Era una estudiante normal de bachillerato que decidió ser héroe. Viniendo de padres músicos, la chica eligió el heroísmo Y todo iba muy bien, hice amigos nuevos, conocí profesionales del medio heroico y hasta peleamos con villanos... pero poco a poco las cosas fueron tornándose cada vez más intensas, más caóticas, más peligrosas... Yo intentaba desenvolverme como una chica normal, pero ya no había nada normal en mi vida, no desde que tuve que ir a la guerra, no desde que el Rey Demonio quiso matarme... 

Cuando estás frente a la muerte piensas en todo lo que no hiciste, sobre todo si tu vida ha sido muy corta... vaya, yo tenía 16 años cuando eso pasó. Piensas en el último abrazo a tus padres, en lo último que les dijiste, en la última vez que reíste con tus amigos, la última vez que disfrutaste de un día cualquiera como una chica normal, y en la sonrisa de esa persona especial. Ciertamente yo no estaba al borde de la muerte como lo estuvieron otros de mis compañeros, pero enfrentándome directamente contra el Rey Demonio, pensé en muchas cosas pero la primera fue: "No se lo dije" Aunque siempre consideré que él no merecía saberlo por su forma de ser con las chicas en general, pero... llegados a ese punto, realmente dije: "Joder, debí decirle que me gustaba su sonrisa, que su cabello es bonito y que sus tonterías siempre me hacen reír" Recuerdo que iba volando en la espalda de Tokoyami, huyendo de ese monstruo y yo odio volar, me da pánico, pero no pensaba en eso, pensaba en él, en si le estaba yendo bien, en si estaba bien... en si estaba mejor que yo. Quería que estuviera bien, que nada le pasara con tal de poder volver a ver su sonrisa. Quizás por eso perseveré más en ese momento, por él. Jamás me vi inferior a ese monstruo pero al final consiguió lastimarme.

La guerra fue el peor capítulo de mi vida y cuando se terminó y me vi con vida, me sentí muy mal conmigo misma. No sé si mi esfuerzo sirvió de algo pues para ese sujeto yo era como una mosca (de hecho, esa palabra usó), y sólo me cortó la oreja, pero creo que había apuntado a mi cabeza. Recuerdo que cuando me vi parada en ese mar de gente herida, charcos de sangre y gritos de ayuda, me sentí minúscula y anhelé con todo mi corazón obtener valor de alguna parte para seguir llamándome a mí misma: héroe. Entendí a los que habían renunciado, pero no les daba la razón, porque yo no iba a rendirme, ni con esto... ni con nada más.

Pero el valor se recuperaba con tiempo así que primero debía sanar.... Comenzando con lo físico obviamente. Al salir del campo de batalla me atendieron de manera superficial y después me dieron cita para el hospital en donde muchos de mis compañeros y maestros estaban internados. Lo peor vino cuando se me presentó la idea de que Eri chan podía recuperar mi apéndice a como estaba antes. "Ser la de antes" Me dije sin saber si esa chica aún existía. Para empezar me daba vergüenza depender de una niña para sanar, pero según escuché por ahí, ella misma se ofreció a ayudar porque nosotros la habíamos ayudado. Por esa parte me daba gusto, por otra vergüenza así que en mi estadía en el hospital prolongué mi turno argumentando que no estaba tan grave como otras personas.

Entonces llegó mi turno de ser atendida y ese día justamente aparecieron mis compañeros para visitarme, no todos, los que resultaron con heridas leves y entre ellos a quien más quería ver... pero definitivamente no estaba lista para darle la cara.

- Hey Jirou, no pongas esa cara, todo estará bien, Eri chan es muy buena en lo que hace. –

Y para terminar me regaló una de esas sonrisas tan suyas que son como el sol de la mañana. "¡Demonios!" Se me comenzaron a sonrojar las mejillas y mi pecho a agitarse, sentí que me palpitaba tan fuerte el corazón que creí que todos podían escucharlo, de haber activado mi quirk tiraba el edificio abajo. "¡No! No me mires así" No tenía a donde huir así que usé mi mejor recurso; los enormes muros que pongo ante todo el mundo.

~Amor Completo~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora