~Amor Completo~

~El Momento Perfecto~

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Nadie dijo nada por unos segundos, sólo me miraba sorprendido y sonrojado y yo bajé mi rostro sintiendo mi corazón latiendo a mil por hora así como mis poros erizados ante la sensación. "Eso fue... súper" Sus labios eran suaves y cálidos, quería volver a besarlo, quería sentir eso para siempre y las miles de mariposas que revoloteaban en mi estómago cuando sucedió. "¡Lo besé! Yo lo besé y él no se quitó, mi primer beso fue con él" Pero aunque estaba perdida en el ensueño más encantador del mundo, tenía que reaccionar porque no estaba en la mejor condición para quedarme ahí fantaseando.

- Ahora llévame al médico. –

- ¡Si! – Espabiló y se giró para que me subiera a su espalda, yo tomé la bota y la amarré de las agujetas a mi cinturón bajo mi chaqueta y me subí a su espalda, entonces me acomodó y salió de la caseta, así descubrí que su método había funcionado, no me dolía para nada cuando él caminaba. - ¿Te duele? –

- No. –

- ¡Genial! Iré rápido entonces. –

- Sip. -

Lo malo de esas montañas es que el clima nublado no te hace tener noción del tiempo, salía el sol a ratos, pero como acaecía por el otro lado de la cima, se oscurecía pronto. Íbamos de bajada pues él se apresuró a tomar el camino de llegada a la cabaña para llegar al pueblo, me preocupaba porque era bastante tramo y aunque íbamos de bajadas eventualmente iba a casarse. Pero aunque estaba preocupada por él tampoco podía hacer mucho por mí, llevaba mis manos en su pecho en un abrazo y mi cabeza a lado de la suya, podía sentir su respiración y me arrullaba de esa manera pero sabía que no podía dormirme porque era peligroso y me podía caer. Pensé que sería buena idea que pasara alguien con las motos de nieve pero no se usaban sobre el camino y no estarían cerca de las inmediaciones, las usaban para subir a la cima, el equipo de Yaomomo y trabajaban del otro lado. La otra opción era esperar que fuera acercándose la hora de la cena y que los señores Tanaka pasaran con la camioneta, entonces pararlos y pedirles un aventón al pueblo; pero no sabíamos a que hora pasaban; creo que quizás por eso Kaminari se mantuvo por el camino y porque además estaba despejado de nieve y no había peligro de caída; lastimosamente no pasó nadie. "¡Maldición! Que manera de joderse" Pensé porque aunque era lindo estar con él, estaba asustada por mi pie.

Pasó un tiempo de recorrido y él me habló, aunque era mejor que no lo hiciera para que no se cansara me tomó desprevenida.

- Jirou. –

- Dime. – Dije levantando la cabeza de su hombro y apoyándolo a un lado, no podíamos vernos para nada porque ambos usábamos las capuchas de nuestras chaquetas y no teníamos vista periferia pero hablé cerca de su oído cosa que podía escucharme.

- Sobre el beso. – "¡Demonios!" Supongo sintió que me sobresalte porque estaba abrazada a él y pues di un respingo. No podía ver su expresión pero hubiera pagado por ello. – Ese fue mi primer beso. – Se me fue el alma, no es que no lo imaginara, pero el que me lo dijera fue demasiado lindo.

- M-mío también. – Respondí torpemente.

- Y estoy muy feliz, aunque sé que no es momento para estarlo, pero no puedo evitarlo. –

- ¡Oh! – Ya no controlaba mi pulso, estaba demasiado emocionada y mis mejillas se tensaron porque no dejaba de sonreír. "¡Él no me está rechazando!" Sentí que se me abnegaron los ojos y encogí un poco el rostro porque no quería llorar, pero tampoco tenía manos libres para limpiarme porque me sujetaba de él. Lastimosamente no conversamos mucho porque comenzó a oscurecerse y ambos miramos hacia arriba. – Creo que va a nevar. – Dije con resignación.