Capítulo 8

259 15 6
                                    

Canción:

Lucy

Estaba sentada en la cama del ático, observando el anillo que días atrás encontré debajo del mueble de la entrada mientras limpiaba la sangre de Amelia.

Habían pasado tres días desde que mi amiga había entrado en coma.

Estoy sola en casa. Lockwood salió al hospital a ver a Ammy como cada día después de comer, y George estaba haciendo la compra.

El primer chico mencionado llegaría un poco antes de comer, al día siguiente. Siempre se quedaba a dormir allí.

No sabía de qué era el anillo hasta que lo mire más de cerca y recordé.

El anillo que tenía la fantasma de Anabelle Ward.

Si, así es como se llamaba la fantasma. No habíamos investigado más por lo sucedido con Amelia, pero hasta eso habíamos llegado.

A todo esto si, era el anillo. Debería conectarme al anillo. No podría ver mucho ya que realmente mi don no es ese.

Yo no era una "empática" yo era una "oyente".

El don de "empática" era uno de los menos comunes. Las personas con ese don eran escasas, Fittes apenas tenía un par o así. La verdad es que la Agencia Lockwood & Co tenía mucha suerte de tener a Amelia.

Me sigo desviando. A lo que iba, algo descubriré seguro.

Cerré los ojos y me concentre. Sentía el frío del anillo sobre la palma de mi mano. No es la fuente, no podía ser, era el cuerpo de la chica. Aún así pertenecía a la fantasma algún resto de su vida pasada tendría.

Comencé a escuchar gritos pidiendo que la soltaran, supuse que eran de Anabelle ya que eran de una mujer. Poco a poco la figura de la chica que gritaba se empezó a formar. Los gritos pararon y me invadió una sensación de tristeza. La fantasma tenía un vestido completamente blanco hasta poco más de las rodillas, era de tiras con pequeños bordados. Tenía la gran cabellera pelirroja suelta. Portaba un ramo de margaritas en las manos, parecían manzanillas dado que tenían un tallo más largo de lo normal. Pero son margaritas.

La tristeza cada vez se hacía más fuerte y comencé a llorar. No veía mis lagrimas dado al trance, pero las notaba en mis mejillas. Sentí una pequeña presión en el hombro pero alguien en la vida real me sacudió, así yo dejando caer el anillo.

Abrí los ojos y vi a George parado junto a mi con una pequeña mirada de preocupación.

-¿Estas bien?- me sequé las lagrimas.

-Si. ¿Por que no lo estaría?

-Estabas llorando, pálida y no me respondías.-me miró con curiosidad, me levante y le puse mirada asesina, se levantó rápido- La cena ya está.

Salió de la habitación apresurado. Lo seguí con más calma.

Entré en la cocina y un olor a arroz inundaba toda la cocina. Me senté a la mesa y George puso los platos de comida sobre la mesa. Se sentó y comenzamos a comer en silencio.

...

Terminé de cenar y subía a mi habitación. Al entrar reparé en los tulipanes de Amelia ya marchitos. Tendría que tirarlos. Agarré el libro de mi mesita de noche. Comencé a leer en la cama cuando algo golpeó mi ventana dejándolo de nuevo donde estaba.

Don't  leave me- Anthony LockwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora