10. 𝘞𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘺𝘰𝘶 𝘸𝘢𝘯𝘵 𝘮𝘦?

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10. Would you want me?

Presente.

Would you want me?Would you tell me to go fuck myself?

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Would you want me?
Would you tell me to go fuck myself?

Betty.

   No era su intención terminar allí

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   No era su intención terminar allí.

   Minho miraba hacia la vereda de enfrente, al pintoresco duplex de ladrillos color arena, al caminito de piedra rodeado de césped vivo y flores delicadas, al buzón con letras blancas pintadas: «Lee».
   La casa de Felix.
   La miraba como quien mira a un juguete viejo que solía ser su favorito, con nostalgia, con el deseo de volver tan sólo por un instante a ese momento que contiene la hermosura de las cosas que no se aprecian hasta que se terminan, hasta que se pierden o se rompen. La ventana del piso de arriba estaba abierta y él podía ver cómo las cortinas blancas volaban ante la brisa de últimas horas de la tarde, y sintió una punzada en el corazón imaginando a Felix del otro lado, tal vez triste o peor, desinteresado... feliz. Le dolía tanto imaginar a Felix feliz sin él, como si alejarse de él le hubiera quitado un insoportable peso de encima.

   La gente pasaba a su alrededor como en cámara lenta, ignoraba si decían algo, sus pensamientos eran tan fuertes que bloqueaban todo el sonido.
   Las memorias se reproducían en su cabeza a toda velocidad, como una humillante película que le recordaba todo lo que había perdido. Se veía a sí mismo de pie bajo la ventana, arrojando piedritas hacia el cuarto de Felix, y a este asomando su cabeza con una sonrisa. A ambos almorzando en el acogedor comedor luego de la escuela y durmiendo la siesta en su cama cuando estaban muy cansados, haber aparecido a cualquier hora en la puerta cuando se peleaba con sus padres o sus amigos, haberse tirado en el sillón a ver películas toda la noche. A veces, pensaba que su relación con Felix era... aburrida.
    Felix era tan tranquilo, le gustaban las citas casuales y los planes cotidianos y las cursilerías. Eso no eran muy su estilo, aunque trataba de adaptarse a ello, al final había recaído en pensar constantemente que prefería estar haciendo otra cosa ¿Por qué Felix no quería salir de fiesta con él? Lo hacían muy pocas veces y a Minho le parecía divertido (cuando no lo encontraba bailando con el estúpido de ChenLe u otro imbécil que se creía capaz de quitarle a su chico) ¿Por qué Felix no quería salir a dar vueltas en el auto en la madrugada o meterse en la escuela a fumar unos cigarrillos?
   Claro, en ese momento, separado de la casa del rubio sólo por una calle y viéndola con triste anhelo, pensaba que tal vez no eran las preguntas que debía hacerse. Sonaba mejor haberse preguntado por qué mierda no podía apreciar al lindo chico que le preparaba café por la tarde y le cubría con la manta cada vez que se destapaba, o por qué no podía disfrutar las mismas cosas que él ¿Acaso nunca encajaron? Parecía que sí, Minho sentía que Felix lo... llenaba de alguna forma. Contemplando su ventana esperando que asomara la cabeza como hizo alguna vez, empezaba a pensar que tal vez esas cosas que consideraba aburridas o tontas eran justamente las que lo llenaban, las que lo completaban, como una perfecta guarnición.

    Apretó con todas sus fuerzas su skateboard contra su pecho. En realidad, hacía mucho que no andaba, pero ese día, harto de dar vueltas por su casa con los pensamientos comiéndole el cerebro, decidió retomarlo. Había recorrido sin rumbo las calles y, sin querer, había acabado allí. Y ahora no podía marcharse.

    Sabía que Felix estaba molesto, que probablemente le daría una bofetada de abrir la puerta y ver su rostro, pero aún así era inevitable dejarse llevar y pensar en los «¿y sí...?».
    ¿Y si tocaba la puerta?
    ¿Y si al verlo Felix no lo echaba?
    ¿Y si lo dejaba hablar y escuchaba sus disculpas?
    ¿Y si lo perdonaba?
    Lo consideró seriamente, ¿no sería romántico, cursi, justo como a Felix le gustaría? Pedir disculpas y abrazarlo, llorar juntos y volver esa dulce y tranquila normalidad, esta vez pudiendo apreciarla de verdad.

   Empezó a formular en su cabeza las posibles disculpas, las posibles explicaciones.
   «Me di cuenta de que me haces falta».
   «No puedo perderte, eres el mejor chico que hay».
    «Odio tenerte lejos y pensar que me odias».
    «¿Podemos volver a intentarlo?»
    Miles de palabras y todas sonaban tontas, insuficientes.
    «Me equivoqué».
    «Me arrepiento».
     Y había algo en su interior diciéndole que mentía.
    «Él no significó nada para mí, no es nadie».
      Pero Jisung era alguien, y significó muchas cosas, adrenalina y sensualidad, cuando lo besaba desenfrenadamente bajo la luz de una calle desierta, cuando compartieron el mismo cigarrillo y Jisung tosió tanto que se ahogó y le juró que no fumaría nunca más (y ese fue el primer y último cigarrillo que compartieron), cuando sus mensajes le mostraban lo vulnerable que era por él.

    Pero Felix...
    Pero Jisung...

    Y sus pensamientos volvían a enredarse.
    Todo parecía tan claro un momento atrás, pero sólo podía pensar en ambos chicos por separado y cuando lo hacía, cuando pensaba en uno olvidando al otro, creía saber a quién amaba, pero al volver a poner al otro en la ecuación, el resultado era imposible de hallar. Su mente se volvía una calculadora con la palabra «ERROR» en mayúsculas rojas.

   Pero Felix, con sus pecas y su sonrisa. Su cabellera rubia brillando al Sol, su delgada mano tomando la suya por debajo del banco en clase, despedirse con un beso a la salida...
   Pero Jisung, con su risa contagiosa y sus mejillas esponjosas. Sus cuerpos pegados bajo las sábanas, sus besos como un premio robado, cómo por momentos parecía ser todo lo que quería...

   ¿Podría tocar alguna de sus puertas y pedir disculpas?
   ¿Podría decidir cuál algún día?
   ¿Podría estar conforme con esa elección?
   ¿Podría querer a uno sin pensar en el otro?

    Atrapado entre dos chicos. Tiempo atrás hubiera sido su fantasía, con dos chicos lindos peleando por su atención, tratando de ser el mejor, de darle más para no quedarse atrás. Ahora, sin nada de eso, sino distancia y vergüenza, inseguridad y soledad, resultaba más bien una pesadilla.

    ¿Por qué no podía quedarse con los dos?
    ¿Por qué el mundo lo odiaba?
    ¿Qué mal había hecho?

    ¿Por qué no podía quedarse con los dos?    ¿Por qué el mundo lo odiaba?    ¿Qué mal había hecho?

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Medio flojito pero bueno, acá está.
Tengo noni.
roussie<33

˖𓏲ָ 𝐂𝐇𝐀𝐒𝐄 𝐓𝐖𝐎 𝐁𝐎𝐘𝐒 || minho, felix, jisung˖≀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora