Chicago Hell

Capítulo 3.

Kaeya: -Él ni siquiera sabía cómo había llegado a esa situación... Tan solo estaba haciendo lo que le habían pedido.. y ha resultado ser una trampa.. lo que no se esperaba... Era de quién.. Esperaba que al menos el último mensaje que envió sirviese de algo... Jean... Por favor... Eres la única que puede saber que está pasándome...-

Padre Kaeya: Volvemos a vernos después de tantos años... Me gustaría llamarte joven maestro... Pero tú mismo te encargaste de que todo se fuese a la mierda, dime... ¿Como te sientes después de abandonarme de esa manera? ¡¡A mí, a tu padre!! ¡¡Tuve que esconderme como una miserable rata por tu culpa!! -Pero ya era demasiado tarde para Kaeya... Su padre venía preparado, ni siquiera llegaba a contar cuántos eran.. estaba perdido y tendría que seguirle el juego..-

Kaeya: -El joven peliazul no sabía que hacer.. se había adentrado en la boca del lobo, una vil trampa a manos de su padre biológico. Él creía que no lo vería más y ahí estaba delante suyo como si no le hubiera arruinado la vida bastante.. Tenía que salir de alguna forma así que rápidamente le envió un mensaje a Jean antes de ser agarrado por dos de los hombres de su padre- Tú no eres mi padre, mi verdadero padre murió por tus manos rata... -Comentó furioso intentando soltarse de aquellos matones, pero era en vano, solo esperaba que jean consiguiera encontrarlo de alguna forma u otra-

Padre Kaeya: ¿crees que ese hombre era tu padre? Yo que pensaba que serías mi orgullo.. ¡¡me diste la espalda!! ¡¡Olvidaste tu misión!! Tenías que destruirlos.. ¡¡no creerte parte de ellos!! -Con una pequeña señal a sus hombres hacen que lo metan a una furgoneta... Esta vez su propio hijo no se iba a escapar, aprendería por las malas a quien debía obedecer -

Kaeya: ¿Creerme? -El peliazul rio ante las palabras de aquel ser que decía ser su padre- Di la espalda al hombre que nunca me quiso, sin embargo, aquel hombre supo tratarme mil veces mejor que tú... Soy lo que soy gracias a él.. -Sintió como los hombres de aquel señor se lo llevaban dentro de una furgoneta. Les escupió a ambos para que lo soltaran.. él no quería irse a ningún lado-

Padre Kaeya: -ríe cínico viéndolo hacer el ridículo- cariño, te dejaste engatusar... ¿De verdad crie a un hijo tan débil? Hipócrita... Llevas mi sangre... ¡¡Debes hacer honor de quién eres!! O empiezas a aprender... O no tendré un hijo... -Se sube a la furgoneta conduciendo él y terminan amordazando a Kaeya- te voy a decir lo que va a pasar ahora mientras vamos a nuestro destino... Pueden pasar 2 cosas cariño mío... La primera: me haces caso a partir de ahora o la segunda... Te mato y le mando tu cuerpo a tu otra tan querida familia

Kaeya: -simplemente estaba asimilando su destino pues se creía que Jean no haría caso de sus mensajes como usualmente hacía, pero en si se llevaban bastante bien... El joven miraba aterrado a su progenitor asintiendo pues no quería que lo matara, pero podía hacer lo mismo que años atrás... De la nada siente como su móvil empieza a vibrar alarmándose este pues seguramente se lo quitarían-

Padre Kaeya: -no prestaba demasiada atención... Quería llegar cuanto antes para asegurarse de que nadie los atraparía- volvemos a casa después de tantos años... -Casi una hora de camino más tarde por fin llegaron y tras encargar que lo atasen en una celda fue a su habitación a cambiarse a una ropa más cómoda antes de volver a ver a su hijo-

Kaeya: -miraba a su padre biológico serio pues esas no eran las formas de convencerlo de estar a su lado.. Al llegar a la casa observó todo recordando malos recuerdos de su infancia.. Cuando lo llevaron a la celda intentó zafarse inútilmente de los secuaces dando patadas, pero todo era inútil. Debía calmarse si no estaba seguro que lo golpearían-

Padre Kaeya: -al estar ya algo más tranquilo baja a donde habían atado a su hijo poniéndose delante de él- sabes... Ahí donde estás tú sentado es donde debería estar Diluc... Preparé este sitio para él... ¡¡No para ti!!