☽ Cap III ☾

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—Deku, necesito que te calmes...— mencionó el bicolor con calma sin perder de vista al mencionado.

—¿No... No entiendes que me duele...?— soltó en un gemido —Necesito comer...— empezó a rascar bajo las mangas de su ropa, la sangre comenzó a correr.

—¡Detente...!— corrió hacia su dirección, sin embargo un fuerte golpe que hizo temblar el suelo pintó raya entre el ojiverde y él, débiles llamas emanaron de las grietas »Ese fuego...« —Deku, el autocanibalismo trae secuelas a largo plazo, tienes que parar—  tras asegurarse de que las llamas se habían apagado volvió a acercarse con cautela, ver cómo el contrario lamía aquel líquido le hizo tragar en seco un par de veces.

—Lo sé, pero no puedo parar...— pequeñas lágrimas corrieron por sus mejillas hasta perderse en su cuello —Algo me carcome por dentro...— dijo entre sollozos.

El corazón del bicolor se apretujó al ver tan vulnerable a su amado, tras pensarlo un poco realizó una herida en su muñeca —Bebe, te ayudará a calmarte y cumplirá con la función de alimentarte— ofreció su brazo colocándose frente suyo.

—Todoroki...— le miró de soslayo, sus comisuras manchadas y goteando aún la sangre fresca, los colmillos se asomaban filosos y su mirada reflejaba el goteante brazo de su adverso, tragó en seco incorporandose como pudo, finalmente se abalanzó contra su brazo perforando su piel y comenzando a succionar con fuerza.

—Tranquilo, tómate tu tiempo— acarició la melena del ojiverde, aunque las llamas que había generado se consumieron casi al instante aún el humo cubría la escena; pudo sentir que la voracidad con la que comía el contrario fue disminuyendo hasta que finalmente se separó, dejando un delgado hilo de saliva teñido de rojo que pronto se perdió.

—Lo siento tanto...— dijo en un murmullo, para después caer inconsciente, por fortuna el bicolor reaccionó rápido y logró sostenerlo, lo alzó en brazos y por fin pudo regresar a casa.

✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶

El ojirojo tras asegurarse de dejar a la menor con su madre y de convencerla de que solo estaba dormida, regresó al departamento para recoger lo vidrios y poder recibir a los chicos, claro si todo había salido bien.
Tras tirar los vidrios en el basurero del comedor regresó al baño para limpiar ahora con un paño húmedo y verificar que ningún pedazo por más pequeño que fuese quedara en el suelo y así poder causar una lesión, hasta que escuchó el pasador de la puerta botó el paño a la cubeta y salió presuroso para ver de quien se trataba, sus ojos se abrieron grandes sin saber en quien efocarse se acercó preocupado, el bicolor sangrando de un brazo y el ojiverde inconsciente, miles de sensaciones se arremolinaron en su interior.

—Deja que te ayude— cargó al peliverde y lo llevó a la cama, en el transcurso pudo observar las comisuras aún con rastros de sangre, aunque grande era su duda en algún momento se podría enterar de todo, dejó al contrario sobre la cama y ahora salió para poder atender al bicolor —¿Estás... bien?— se acercó señalando su brazo.

—Si... No es nada grave— dijo con tranquilidad —No te preocupes— le regaló una sutil sonrisa.

—Estas sangrando, no sé cómo quieres que no me preocupe— respondió molesto tomando al contrario de la muñeca y llevándolo al baño, hizo que se sentara en el inodoro y procedió a sacar el botiquín de primeros auxilios limpiando la zona —Aún no te regeneras por completo— hizo una observación luego de ver finalmente las perforaciones donde con lentitud continuaba brotanto sangre.

—Fueron profundas, van a tomar su tiempo—

—Pero, no es normal— continuaba pasando gasas sobre la herida.

Eclipse [TodoBakuDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora