Flechazo Directo al Corazón (Adaptación Jenlisa G!P)

Capitulo 11

Lisa estaba casi segura de que el corazón se le había parado durante un segundo y no podía respirar.

Ciertas imágenes la llenaron del corazón al cerebro.

Estaba segura de que Jennie ya lo había notado.

La vio morderse el labio inferior nuevamente como tentandola y algo la presionó por dentro.

Incómoda, Lisa cambió de postura, pero se negó a morder el anzuelo que Jennie había lanzado.

Y preguntó en un tono más calmada de lo que había sido su intención:
—¿Por qué estás aquí Jennie?

La sonrisa de la chica de mirada felina se desvaneció lentamente.

—¿Te refieres a.... una manera de cómo nací o puedes referirte a una manera existencialmente, o es una pregunta literal o retórica?.

—Literal -gruñó Lisa sin gracia.

—Bueno entonces sería que estoy aquí por nuestro trato, ¿Te acuerdas verdad Manoban? -Recordó nuevamente Jennie con una sonrisa.

El maldito trato.
Había hecho un trato con el diablo.
Un trato con su ahora pesadilla.

Desde la noche que prometió ayudarla, no había tenido un solo minuto de paz para si misma.

—No estamos consiguiendo gran cosa.

—Solo porque, hasta ahora, has rechazado a todas las personas que yo he sugerido.

Era verdad. ¡Maldición!
Sí, lo sabía ella misma, pero creía que Jennie no lo había notado aún.

No se trataba de que no quisiera ayudarla a encontrar a una persona, o quizá sí.

Ya no estaba segura de nada.

Lo único que sabía era que, cada vez que Jennie sugería a alguna persona, ella personalmente encontraba una razón para quitarle la idea de la cabeza a la chica de mirada felina.

Había una lista de personas ya enviadas a la lista negra.

Siempre encontraba la excusa perfecta para hacer que Jennie pierda interés en las personas que ella daba los nombres.

Suponía excusas como: Tiene demasiada edad, es muy menor, capáz es demasiado atravida. O esa persona no te conviene tiene problema con la bebida, esa de allá toma mucho café.

Era ridícula, solo daba excusas ridículas de todas las personas que Jennie proponía.

La mayoría de las personas sean chicos o chicas que se habían considerado eran amigas de ella desde hace años.

Jamás había tenido problemas con ninguna de las personas de su círculo... hasta ahora, en lo que emparejar a Jennie con cualquiera de sus amistades se refería.

Por algún motivo, no le gustaba la idea de que Jennie estuviera... con alguien.

Lo que era un gravísimo problema para su salud mental.

Pero no estaba dispuesta a dejarse llevar por sus sentimientos otra vez.

Cuando conoció a Nancy, en lo único en lo que podía pensar era en tenerla, vivir con ella.

Después, una vez que la tenía con ella, todo se fue abajo.

No iba a dejar, de ninguna manera, que su cuerpo y mente pensaran por ella misma.

En ese caso, ¿Por qué no le buscaba a Jennie una buena persona y se la quitaba de encima? ¿De su mente? ¿De sus sueños? ¿De su corazón?

Dio un par de pasos atrás, apartándose de la valla, separándose de Jennie como si eso cambiara algo.