Oh, Wendy.

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Advertencias de la historia: Los personajes al contrario que en el canon, tienen 16-17 años, son menores de edad y habrá escenas subidas de tono, se recomienda discreción. Sin más, disfruten.

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TOC, TOC.

Fue lo que sintió en su ventana, en medio de la madrugada, más dormido que despierto. Se arrastró de la comodidad de sus sabanas hasta su ventana para mirarla como un portal a otra dimensión y abrirla con más pereza que ganas de vivir.

— ¿Stan? — Musita confundido al divisar la silueta de su súper mejor amigo en los bajos de su casa — ¿Que carajos haces ahí?

El pelinegro no respondió, solo miro hacía arriba con un extraño brillo en sus ojos para luego sonreír de manera macabra, haciendo que Kyle se sobresaltara por un pequeño susto, sí, era su amigo, pero en su vida podía pasar literalmente cualquier cosa, así que esperaba desde que de un robot se tratase hasta que hayan convencido al idiota de que lo matara. Para su buena suerte, cuando Stan comenzó a trepar el árbol, con intenciones de llegar a su ventana, se le cayo del bolsillo de la chaqueta una pequeña botella, la cual pudo adivinar que contenía alcohol.

Suspiro de alivio, solo estaba borracho. Cuando Stan llegó a la ventana del pelirrojo, este lo ayudo a entrar con cuidado sin siquiera pedir una explicación, pues ya era costumbre.

— Kyle — Fue lo primero que pronunció en su, probablemente, larga estadía — Wendy me dejó.

Aquí vamos otra vez.

— Vamos amigo, animate, no es el fin del mundo — Era la tercera vez en el mes que Wendy lo dejaba y vamos, todos sabían que iban a volver — Volverán.

— No Kyle, no volveremos — Siempre decía lo mismo — Ya no más.

— ¿Qué paso ahora hombre?

— Ella... estaba con otro — Bueno, eso si era nuevo — Estaba con otro aún cuando estábamos, ¿puedes creerlo?

— ¿Eh? — Kyle definitivamente no se esperaba esa confesión — No amigo, debe ser un error, ¿como lo supiste?

Kyle conocía a Wendy y sí, cometía muchos errores con Stan y Stan con ella, pero de algo que definitivamente no era capaz era de ser infiel, por lo menos eso pensaba. Tenía que ser una mala broma.

— Me lo dijo... ella lo confesó, lo confesó todo — ¿Por qué haría algo así? Si eres infiel por lo menos callate, mierda.

— No... ¿estas seguro? ¿Estas seguro de que no entendiste mal... o algo así?

— ¿¡Qué mierda puedo entender mal Kyle?! — Su tono sonó más alterado — Oye Stanley, lo siento, pero lo nuestro debe acabar. Verás conocí a alguien más y es muy lindo y dulce conmigo, nos hemos estado viendo y me gustaría darle una oportunidad, ya lo nuestro no tiene ningún futuro así que este es el fin — Tanto le afectó que recordó sus palabras de memoria — ¡Esas fueron sus malditas palabras! ¡Dudo que se puedan malinterpretar!

— Amigo, calmate ¿si? Todo estará bien, baja la voz — Dijo en un intento de tranquilizar a su amigo, pues eran las putas dos de la mañana y estaba casi gritando.

— Lo siento...  — Murmura y una lágrima escapa de su ojo — ¿Como pudo? Tantos planes, tantas cosas que vivimos juntos y lo mandó todo a la mierda, tan fácil.

— Esas cosas pasan, Stan ¿si? — Uso un tono bajo y comprensivo para que el otro entendiera que contaba con todo su apoyo.

Stan se sentó en la cama del otro con las piernas cruzadas en posición de Indio, apoyo sus codos en sus muslos y su mentón sobre sus manos, así dedico a su amigo una mirada lastimera con los ojos acuosos y cristalizados, se notaba que había estado conteniendo muchísimas lágrimas mucho tiempo, por eso estaba allí y lo apoyarían.

¿Que pasó anoche? ||Style||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora