Sorpresa|>Final<|

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TOC, TOC.

Sí, otra vez, pero esta vez había algo raro...
Eran las 6:09 p.m y los toques, los toques venían de la puerta, no de la ventana. Wow, gran avance, justo cuando podía venir tarde porque era viernes, decidía venir temprano.

Kyle se levanto del sofá donde estaba con su hermanito, Ike, para abrir la puerta mirándola con rareza.

— Mhh — Musita un pelinegro con delicadeza, al ver los ojos del otro fijos en su persona, y sin hablar lanzando esa pregunta, "¿que haces aquí?" — Hola Kyle.

— Ahm, ¿hola? — Mientras el pelirrojo no podía creer lo que veía.

Stan espero por una invitación a pasar, al no obtenerla inclinó su cabeza con duda y el pelirrojo reaccionó de inmediato, moviéndose a un lado para que el otro se adentrara en su hogar.

— Hace mucho que no vengo por aquí — Recuerda y Kyle lo mira mal.

¿No vienes hace mucho? ¿En serio, Stanley? ¿Donde carajos te has despertado todas estas mañanas?

— ¿Me puedo quedar esta noche? — Pregunta con una sonrisita sincera y, algo pícaro, examina la reacción de su amigo. El pelirrojo igual lo examina, no hay signos de estar borracho, tal vez esta intentando dejar la bebida o, viene a hablar de aquellas noches.

— Deja le pregunto a mamá — Eso era un si seguro.

El de la ushanka desaparece por la cocina, buscando a su madre y el del gorro mira hacía la televisión donde hay un programa infantil, cual desconoce, que Ike mira atentamente.

— Mi hermano ha estado raro — Comenta al azar el pequeño y le dirige una mirada llena de sospechas al pelinegro.

— ¿Ah? ¿Raro por qué?

— No lo se — Ike dirige la mirada, una vez más, hacía la TV — Te lo estaba preguntando a ti.

— ¿Y yo por qué debería saberlo? — Pregunta Stan con algo de confusión.

— Porque eres su súper mejor amigo y todas esas babo-

— ¡Mamá dice que vengas a saludar Stan! — Interrumpe Kyle sin saberlo desde la cocina.

El pelinegro comienza a caminar hacía la cocina, aún viendo de manera extraña a Ike y Ike tipo; ¿qué me vez?

— ¡Oh, Hola Stanley, querido! — Saluda alegre la señora Broflovski, brindando un abrazo cariñoso al adolescente.

— Hola señora Broflovski, un gusto verla — Dice devolviendo el abrazo.

— ¿Te quedas a comer, cierto? — Pregunta con ternura al separarse.

— Oh no, ya... ya yo comí.

— Entonces solo vienes a jugar, hasta mañana.

— Si — Stan suelta una risita, sus planes no eran precisamente jugar, por lo menos no con la consola.

— Bueno, entonces vallan arriba. Cualquier cosa me avisan niños — Tras esas palabras se gira a darle un beso en la frente a su hijo y después sigue lavando los platos.

Los amigos, casi tórtolos, suben por las escaleras con cuidado. Kyle estaba nervioso, estas cosas que había comenzado a sentir no eran correctas y tenía que deshacerse de ellas como sea.

Una vez en la habitación el pelirrojo cierra la puerta y Stan cae sobre la cama con cansancio y acaricia la misma con pereza.

— Oye Kyle...

¿Que pasó anoche? ||Style||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora