Goma de mascar | spiderbear oneshots

Oso celoso

—¡Ro, ya llegué!—gritó entrando a la casa.

—¡Estoy aquí abajo, en la sala de cofres!—escuchó que le gritaban de vuelta.

No pudo evitar que en su rostro se asomara una sonrisa, escuchar a su novio después de no haber estado juntos unas horas lo hacía muy feliz, y no podía ocultarlo.

Ya no aguantaba las ganas de verlo, así que decidido se despojó de su mochila y caminó hacia la puerta que lo conduciría a su amado.

Pero… no contaba con el hecho de que aún no tenía los permisos para abrirla, decir que solo se molestó sería una mentira. Le hirvió la sangre de que SU NOVIO todavía no lo ponía en la withelist.

—¡ROIER, VENÍ ACÁ YA!

El grito se escuchó en toda la casa y seguramente si alguien iba pasando por fuera también se asustó.

El castaño sabía que algo malo había pasado, así que suspirando subió las escaleras para encontrarse frente a frente con su chico, solo separados por una puerta.

—¿Qué pasó, cariño?—dijo hablando suave.

—Me podés explicar ¿Por qué no estoy en la mierda de withelist todavía?—su voz fue aumentando de tono a través de la frase.

Vio a roier sonreír un poco, y eso lo molestó aún más.

—Seguro esa mina sigue teniendo los permisos, ¿no?

—Jaiden, esa “mina” se llama Jaiden, y es mi amiga, así que si, los sigue teniendo.

—Y yo soy tu novio, ¿o se te olvida eso, boludo?

—Solo se me olvidó ponerte de nuevo, hace pocos días volviste a la casa, oso celoso.

—No estoy celoso—dijo defendiéndose.

—Está bien, entonces ¿Puedo dejar a Jaiden en la lista?—lo desafío.

—No.

—¿Por qué no?

—Por qué no. Ahora ábreme que quiero besarte, estoy molesto.

Roier no pudo evitar soltar una carcajada, le parecía muy tierno que a pesar de estar molesto lo único que quisiera fuera besarle.

Abrió la puerta y fue acorralado a la pared, con los labios del oso apoderándose de los suyos.

—Oso celoso—dijo a la mitad del beso, solo recibió un gruñido como respuesta.

Les encantaba tenerse de vuelta, se hacían falta y ahora se disfrutaban y apreciaban cada día más.