Notita ✍️ pt 2

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—Spreen, me gustas. ¿Quieres tener una cita conmigo?—leyó por quinta vez la nota que él mismo había escrito.—Sí, así está bien, sincero y conciso, ¿qué podría perder?

Dobló su notita y se preocupó de guardarla de inmediato en su mochila

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Dobló su notita y se preocupó de guardarla de inmediato en su mochila.

Se recostó en su cama y comenzó a imaginar los mil y un escenarios que se podían dar mañana cuando le entregara la nota a su compañero de banco.

No quería asustarlo siendo tan directo, pero después de haber estado una hora buscando las palabras correctas, no quiso seguir pensando y decidió que lo más rápido era ser sincero y claro con lo que quería.

Siempre ha sido así, no le gusta complicarse con nada, prefiere afrontar las consecuencias de inmediato, si sale bien que bueno, y si sale mal, pues sufrirá más rápido, sé pasará y ya.

Aunque debe admitir, que el aceptar de que le gustaba su compañero le costó un buen tiempo. Y no es porque no estuviera seguro, simplemente disfrutaba mucho de la amistad que tenían, y le daba miedo perderlo.

Pero, hoy había llegado decidido de lo que quería hacer, ya no más rodeos ni excusas. Quería intentarlo.

Después de algunos minutos en los que estuvo sumido a sus pensamientos, escuchó que lo llamaban a comer. Bajó a sentarse y disfrutar de su cena.

En un momento en el que sus padres hablaban entre ellos, decidió que quería contarles.

—Me gusta alguien.—dijo, aunque muy bajito, lo supo porque sus padres lo miraban con confusión. Se aclaró la garganta y habló de nuevo.—Me gusta alguien.

Los adultos estaban acostumbrados a que su hijo les contara todo, pero era primera vez que esas palabras salían de su boca.

Las preguntas se dispararon, todas apuntadas al castaño, ni siquiera podía procesar o intentar responder a alguna, porque otro cuestionamiento salía de la boca de sus padres.

—¡YA, POR FAVOOOR!—gritó ya sofocado,—de a uno por dios.

Los mayores se avergonzaron de ellos mismos, pero su hijo debería entenderlos, estaban emocionados por saber más de la persona que tenía enamorado a su pequeño niño.

El orgullo de saber que roier les tenía la confianza de contarles les llenaba el corazón.

—¿Quién es? ¿Va en tu clase?—Preguntó uno ya más calmado.

—¿Recuerdan a spreen?

—¿Tu compañero de banco?

—Sí. Pues... es él, la verdad me gusta hace mucho tiempo, pero mañana lo invitaré a salir.—Les contó un poco nervioso.

—Ay, mijo.—dijo lloriqueando—estoy muy feliz y emocionado por ti.

Roier era un chico muy seguro de si mismo, pero eso no significa que toda esta situación no le pusiera nervioso, al fin y al cabo era un adolescente sintiendo emociones de ese tipo por primera vez. Y, eso le aterraba un poco.

—¿Creen que saldrá bien?—preguntó con un hilo de voz.

—Claro, mi vida. No tengas miedo.

—¿Y si sale mal?

—Si ese chico rompe tu lindo corazón, aquí estarán tus padres para reparar todo eso, cariño.

Los dos hombres se acercaron a donde se encontraba su hijo, y se abrazaron los tres juntos, cada uno deseando que mañana todo salga bien.

El día llegó, los nervios lo comían por dentro. Dejó pasar unas horas, hasta que llegó el momento.

—Spreen, yo también tengo algo para ti.

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Goma de mascar | spiderbear oneshotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora