Goma de mascar | spiderbear oneshots

Pijamas de spiderman

—¿Spreen? ¿Niños? Ya estoy en casa, traje un montón de cosas para la cena.—llegó contando.

Esperó un momento a que le respondieran, pero ningún sonido se escuchó.

De hecho la casa estaba más silenciosa que nunca, siempre que llegaba había mucho ruido y se sentían los piecitos de sus pequeños correr en el piso de arriba, escapando de la ducha que spreen quería darles. Y se escuchaba a su novio soltar unas maldiciones al correr tras ellos.

Pero hoy no había nada de eso, todo estaba oscuro y silencioso, y le preocupó demasiado.

Se acercó a la cocina a dejar las compras, una vez allí se encontró con una nota al lado de una rosa.

—Deberías subir cuando llegues, —dijo leyendo.

Tomó la rosa, la olió y sonrió. Era su flor favorita, porque fue la primera flor que spreen le regaló.

Sonriendo subió.

Al llegar al piso de arriba, se encontró con un montón de papeles de colores que conducían a la habitación principal, siguió el camino y entró al cuarto.

—¡Sorpresa!—Gritaron los tres ocupantes apenas la luz se encendió.

Ahí estaban sus tres personas favoritas del mundo, vistiendo cada uno un pijama de spiderman, mientras sostenían un cartel hecho a mano que decía:

"FELIZ CUMPLEAÑOS, PAPÁ"

La emoción inundó a roier por completo, quien se puso a inspeccionar mejor la habitación con la mirada. Había un pastel en la cama, junto con un montón de palomitas de maiz, algunas chucherias y refrescos arriba de una bandeja. La televisión estaba prendida esperando para la elección de la película que disfrutarian todos juntos.

Se acercó a sus amores, abrazando a sus hijos y besando a su chico.

No necesitaba nada más.