Campos Lujuriosos

213 9 0
                                    

Amaneció amairani despertó con un dolor de cabeza insoportable, el estomago le dolía se levanto fue al baño, después de ducharse salió, llamo mentalmente a Gabriel pero el no respondió pero ¿Dónde estaba?, bajo le pidió al cocinero algo para la terrible resaca que le aquejaba, el cocinero le sonrió amablemente –consecuencias de anoche dijo el-

-si- dijo ella sin muchas ganas de hablar, se tomo la bebida que le dio el cocinero antes de salir le pregunto por Gabriel el cocinero se quedo pensativo y luego respondió –lo vi salir ayer en la madrugada pero no se si era el solo vi un joven con cabello rubio- era claro que era el –gracias- dijo amairani que salió a toda prisa…

2 horas habían pasado sin señales de Gabriel, Amairani estaba demasiado preocupada no le respondía los mensajes mentales ¿y si la había dejado? No, eso no era posible, se sentó en un parque y observo todo el lugar, luego vio un pequeño ¿bar o cantina? Que mas daba lo que decía ira a ver, cuando entro vio en una mesa que estaba hasta el fondo del oscuro lugar un joven sobre la mesa era GABRIEL! Pero porque estaba en ese estado tan deplorable ella se acerco a el y vio que solo estaba dormido, vio la mesa había 7 botellas, amairani se dirigió a la joven que atendía el lugar –disculpe cuanto es- dijo señalando al lugar donde estaba su amigo, -no es nada el joven saldo su cuenta antes de quedarse dormido, no lo quise despertar por awwww mírelo se ve tan lindo, aunque me parece raro que tanto licor no haya acabado con el dijo la joven- amairani solo le sonrió acercándose a Gabriel para despertarlo hasta que al fin el dio señales de vida –ven le dijo amairani- ayudándolo a levantarse, amairani agradeció a la joven y se fue con un Gabriel que apenas y podía caminar. Llegaron a su hotel amairani cuido del que apenas podía hablar era obvio que estaba muy mal, así transcurrió ese día,

-¿Qué hora es? Pregunto Gabriel preocupado

-las 6 dijo Amairani que estaba sentada a su lado mientras leí un libro

-perdóname no quise afff me excedí- dijo Gabriel

-no te preocupes como te sientes dijo amairani

-mejor, de hecho como nuevo y tu

-pues bien, tenía una terrible resaca en la mañana pero el cocinero me dio una bebida que me ayudo mucho dijo amairani que se levanto para dejarle solo, saldremos mañana dijo sin mucho ánimo en su voz

Era obvio que estaba molesta con el, aunque se lo quiso ocultar el lo había sentido, le molestaba que su mejor amigo la dejara y lo peor era el haberlo encontrado en ese estado tan deplorable. Gabriel se dirigió al baño y mientras se bañaba una felicidad lo invadió ella lo había cuidado aunque se enojara con el pero ELLA LO HABIA CUIDADO, se sentía tan extrañamente feliz.

Un nuevo día había llegado eran las 5 de la mañana, Amairani toco la puerta de Gabriel esta se abrió al instante el ya tambien estaba listo, desayunaron y se fueron

Estaban saliendo del pueblo, estuvieron caminando un largo rato hasta que sintieron la energía del diamante, ambos voltearon venia en dirección contraria al camino estaba cruzando un campo cubierto de flores rosas se veía q al terminar ese campo en el que no había ni una sola alma seguía otro camino solo era cuestión de cruzar y ya estarían del otro lado pero que tarea tan fácil.

Antes de que cruzaran paso un hombre a caballo y les dijo –oigan ustedes- ellos pensaron que sería el dueño del campo y no quería que arruinaran sus bellas flores pero no el hombre bajo del caballo era alto, delgado, moreno, de facciones muy marcadas pero parecía gentil y amairani no percibió nada malo con el,

-no creo que sea una buena idea dijo el- ¿Por qué soltaron de pronto?

Porque ese campo tan bonito esta maldito, cualquiera que pase por ahí al poner un solo pie sus deseos mas profundos saldrán a la luz, pero eso te consume en pocas palabras te vuelves loco, sea lo que sea no creo q sea buena idea cruzar, dicho eso subió a su caballo y sin decir nada mas se fue.

Amante de un corazón ajenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora