-'ˏ 𔘓◝ 𝒩agiReo𝒲eek ❪ 2𝟎23 ❫.

𝕯ía 01: Fanboy Nagi.

    

     Los morados cabellos del chico se hondean con la ligera brisa que corre por el lugar y llega hasta su rostro, tan hermoso le resulta ese paisaje que, de manera sorpresiva, no se ha fijado en su apariencia, cosa que suele hacer constantemente.

     El atardecer se cola por los edificios cercanos al instituto y aquel sol brillante deja de ser visible para el chico de ojos violetas, quien lo sigue atento, esperando.

     ¿A quién espera Mikage Reo? Ni siquiera él lo sabe, o bueno, cree tener una idea. Una misteriosa carta le llegó de la nada unas horas atrás, en ella se redacta lo que parece ser una citación, la intriga se apodera de él desde el primer instante y decide acudir al llamado.

     Ha esperado allí, en el punto de encuentro, desde que se anunció la finalización de las clases, no quiere ser grosero con el redactor de la nota, pero se ha cansado de esperar, no es él quien debe aguardar.

     —Como lo suponía, debe ser una bro...

     —Reo —inquiere Nagi Seishiro, quien acaba de subir al mismo lugar—. Lamento haberlo hecho esperar.

     La primera impresión de Reo es de confusión, esto ya le ha pasado con anterioridad, solo que, usualmente, le cita es una mujer, quien se declara y luego debe rechazar. Ahora, tiene en frente a un chico de cabellos claros, muy pálido y con gran altura, este conoce su nombre, pero él desconoce de quién puede tratarse.

     —No hay problema —repone Mikage, manteniéndose serio y aún confundido—, ¿fuiste tú quién escribió la carta?

     —Sí, fui yo —responde él, junto a su rostro inexpresivo.

     —¿Necesitas hablar de algún asunto conmigo?

     —Así es. 

     La simplicidad con la que este individuo responde le es irritante, aunque no pretende hacer nada, solo escuchará lo que tiene por decir y se irá.

     —Y... ¿De qué se trata? —acelera la ocasión, es el plan que maquina en seguida.

     —Reo Mikage, usted me gusta.

     Los ojos de Nagi son profundos y encarcelan a todo aquel que, por preludio, los observa. Han hipnotizado a Reo, quien no puede creer lo que el albino acaba de decir. Un hombre jamás le ha profesado tales sentimientos, no es que le desagrade esto, sin embargo, le pone aún más confundido que antes.

     —¿Gustar? ¿D-de qué forma? —interroga Reo, llevando su mirar hacia cualquier otro lado, es claro que está muy nervioso por tan repentina exposición.

     —Oh... No había pensado en eso —es lo que contesta, ladeando la cabeza a la izquierda—. Pero cuando lo veo, siento mariposas en el estómago.

     —¡¿Ma-mariposas?! —para este punto, el rostro de Reo estaba teñido de rojo.

     —Sí, mariposas —pausa un momento para atreverse a tomar una de las manos del otro—. Y también hay algo más.

     —¿Algo Más?

     —Esto, también —y posa la mano adversa en su propio pecho.

     Reo puede sentir como el corazón de Seishiro marcha a toda prisa, la expresión corporal de tal muchacho, solo hace que se sienta más nervioso, ¿qué debería hacer? ¿Rechazarlo? ¿Darle alguna esperanza? Un nudo yace en su garganta y cree imposible desatarlo, nunca antes ha experimentado una declaración tan inusual.

     —Me atreví a escribirle cartas cientos de veces —explica el albino—, mas no tuve la intensión de hacérselas llegar, es demasiado trabajo.

     De primera mano, Reo ha supuesto que el tipo es introvertido u holgazán, ahora está convencido de que es la segunda de sus opciones. Sigue incluso sin saber qué decir, aunque aún tiene bastantes inquietudes con respecto a lo que está diciendo Nagi.

     —Si son tantas cartas, eso quiere decir que...

     —Quiere decir que usted me ha gustado desde la primera vez que lo vi. Además, lo admiro, siento que su popularidad no está solo porque sí.

     —¡¿Ah?! —esto le toma desprevenido, siente su cara arder.

     —Puedo decir que Incluso si no me acepta... Al menos grabaré en su cuerpo mi nombre.

     —¿Qué? —es interrumpido, los labios del chico han impactado con los propios de imprevisto.

     Luego de unos segundos, Nagi se separa y retoma su postura inicial, se encuentra muy cerca todavía, pero no tiene intención alguna de terminar con la primera vez en que le ha hablado a la persona que ama.

     —Seishiro Nagi —murmura, en un tono dulce y apacible—, es ese mi nombre.