CAPITULO 7

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Seokjin guió a Taehyung a una de las sillas del comedor luego caminó alrededor de la isla de la cocina y empezó a preparar el desayuno. Al principio, tendrían una comida ligera, algo que pudiera comerse con las manos. Irían avanzando a comidas más complicadas cuando la confianza en sí mismo de Taehyung volviera.

—Haré el desayuno durante los siguientes dos días hasta que te acostumbres a la cocina, pero luego espero que tengas listo el desayuno a tiempo para cuando me despierte. —Seokjin mantuvo sus ojos en la reacción de Taehyung a sus palabras cuando agarró un par de panecillos y los abrió. Amaba los panecillos.

—¿Qué? —Taehyung jadeó sorprendido, justo como Seokjin había esperado—. ¿Has perdido la cabeza? No puedo cocinar.

—Sí puedes y espero que lo hagas. —Seokjin sacó la tostadora, la enchufó, luego metió los panecillos. Cuando acabó, se inclinó sobre la encimera y miró a Taehyung. —Has perdido la vista, no tu habilidad de funcionar.

—¡No puedo cocinar!

—¿Es porque siempre has dejado que tu madre cocinara para ti y no sabes cómo hacerlo o porque eres demasiado vago para cocinar tu propia comida?

—¡Porqué estoy jodidamente ciego! —Gritó Taehyung mientras golpeaba la mesa con su mano.

—¿Estás maldiciendo Taehyung?

Los ojos de Taehyung, sin vista como estaban, todavía se agrandaron. —No, yo... er...

—No lo creo. —Seokjin sonrió, sabiendo que Taehyung no podía verlo.
—No espero que lo aprendas todo rápido Taehyung, pero espero que aprendas. Estar sin tu vista no te da escusa para no vivir.

Los hombros de Taehyung cayeron mientras se inclinaba en la silla. Parecía abatido y totalmente confuso. —No sé que esperas de mí, —dijo suavemente.

Seokjin se acercó y se quedó detrás de Taehyung, colocando sus manos en los hombros tensos del hombre. Empezó a masajear los tensos músculos gentilmente mientras hablaba.

—Espero que lo intentes amor, eso es todo, intentarlo. No espero que seas perfecto y ciertamente no espero que lo aprendas todo en una noche. Va a llevar tiempo aprender a vivir siendo ciego.

Los hombros de Taehyung se apretaron cuando se tensó. —No quiero aprender a ser ciego. Quiero... —Taehyung se tensó—. Quiero mis ojos de vuelta.

Seokjin envolvió un brazo alrededor del ancho pecho de Taehyung luego se inclinó para darle un beso en la frente. —Lo sé amor. Desearía poder hacer que pasara mágicamente para ti, pero no puedo. Podemos esperar que tu vista vuelva, pero necesitamos estar preparados en caso de que no pase.

Taehyung echó su cabeza para atrás y la giró ligeramente a un lado mientras se presionaba contra el abdomen de Seokjin. Sus manos apretadas en la mesa. Seokjin podía sentir la humedad de las silenciosas lágrimas de Taehyung mojando su fina camisa de algodón.

—No estás solo amor, —susurró Seokjin contra el pelo de Taehyung—. Estaré aquí para ayudarte. No dejaré que hagas esto solo.

—No sé si puedo hacer esto.

—Puedes. Lo harás. No espero nada menos de ti.

—¿Pero y si no puedo? ¿Qué pasa si la cago?

—La cagarás. —Seokjin rio—. Eres humano Taehyung. Es normal que pase.

Seokjin rodeó a Taehyung y se agachó delante de él. Ahuecó su rostro entre sus manos—. Solo inténtalo, pide ayuda cuando lo necesites y recuerda que no estás solo. Hay mucha gente animándote.

—¿Incluyéndote a ti? —Las palabras de Taehyung apenas eran audibles, pero sus grandess ojos se apartaron como si intentara ver desesperadamente.

—Sí amor, especialmente yo.

EL CORAJE (Libro IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora