CAPITULO 2

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—Hey Seokjin, un tipo quiere hablar contigo en el teléfono.

—Estoy ocupado. Coge el mensaje, —gritó Seokjin.

Estaba ocupado. Si no tuviera el cilindro maestro de vuelta en la moto en la que trabajaba, tendría que trabajar más tiempo esta noche.

—Dice que saques tu dulce y peludo culo blanco de debajo de la moto en la que estés trabajando y que contestes el maldito teléfono.

Seokjin empujó la camilla de mecánico en la que estaba sentado y se alejó de la moto. Miró arriba a Jongsuk, el hombre que aguantaba el teléfono en su mano. Jongsuk instantáneamente alzó ambas manos.

—Hey compañero, —dijo Jongsuk rápidamente mientras señalaba al teléfono —sus palabras, no las mías.

Seokjin puso los ojos en blanco y se levantó. Dejó la llave inglesa que tenía en la mano en la caja de herramientas luego se limpió las manos en el trapo que tenía en su bolsillo de atrás. Cuando la mayor parte del aceite y la grasa estuvieron fuera de sus manos, tiró el trapo a la caja de herramientas y se dirigió a la oficina.

Agarró el teléfono y lo llevó a su oreja. —¿Sí?

—¿Seokjin?

Seokjin frunció el ceño.
—¿Seojoon?

—Hey hombre, ¿cómo estás?

—Ligeramente a la izquierda, si quieres saberlo. —Seokjin rio mientras apoyó su espalda en la pared. —¿Qué puedo hacer por ti? ¿No me digas que ya estás teniendo problemas con tu hombre?

—Hyungsik nunca. —Seojoon inhaló. —Su hermano es otra historia

—Seojoon tu hombre tiene más hermanos que yo tatuajes. Tienes que ser más específico.

—Mira, solo necesito saber si puedes pasarte. Taehyung necesita....

—¿Taehyung?

Seokjin recordó al hermoso hombre con el que había pasado una noche después de oficiar la boda de Jungkook y Yoongi. Había estado intrigado por el hombre desde el momento en que lo conoció. Seokjin odiaba haber tenido que dejar al hombre en medio de la noche, pero no tenía opción. Tenía obligaciones que no podía ignorar.

—Sí, Taehyung está en problemas. Se ha metido en un tipo de lío y necesito tus talentos especiales para ayudarme a hacerlo salir de ello.

Seokjin se tensó por los recuerdos de la única noche que había pasado con Taehyung. Había sido una noche memorable. Taehyung era un hombre único, un hombre construido como debía serlo un hombre pero anhelando ser dominado. Solo de pensar en la perfecta respuesta de Taehyung a él hacía que le doliera la polla. Por otro lado, si Seojoon necesitaba los talentos especiales de Seokjin porque Taehyung se había metido en problemas las cosas debían ser bastante serias.

—¿Cuán malo es?

—Es malo Seokjin, —contestó Seojoon—realmente malo.

Seokjin se pasó la mano por el pelo, sabía que debería haber llamado a Taehyung, pero había seguido aplazándolo. Taehyung lo ponía nervioso y no era algo que Seokjin estuviera acostumbrado a sentir. A parte de lo bien que se veía el cowboy, Taehyung parecía tomar todo lo que tenía Seokjin para darle y suplicar por más. El sonido de las súplicas de Taehyung por más casi resonaba dentro de la cabeza de Seokjin.

Era el recuerdo de esas dulces palabras lo que había evitado que Seokjin llamara a Taehyung y arreglara otra noche con el hombre. Seokjin no estaba acostumbrado a desear algo, casi siempre conseguía exactamente lo que deseaba y deseaba a Taehyung. Su único problema era que deseaba a Taehyung a largo plazo, y según lo que había entendido de Taehyung él no deseaba lo mismo.

EL CORAJE (Libro IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora