CAPITULO 12

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Seokjin podía ver el nerviosismo de Taehyung mientras ayudaba al hombre junto al asiento del pasajero de la camioneta. Líneas de tensión se arrugaron en su frente y se estiraban las esquinas de su boca. Deseaba poder tranquilizar a Taehyung, pero solo el tiempo podría hacerlo.

—¿Quieres tomar mi mano o mi brazo?

—Preferiría coger tu mano.

Seokjin sonrió y alcanzó la mano de Taehyung. Taehyung agarró su mano como un tornillo a un banco. Seokjin sabía que necesitaba hacer algo. Antes de que rodearan la camioneta, Seokjin empujó a Taehyung contra la cabina y ocultó el cuerpo de Taehyung con el suyo.

—Estás seguro amor, —se inclinó y tomó los labios de Taehyung. Sintió la tensión lentamente dejar el cuerpo de Taehyung mientras acariciaba los labios del hombre con su lengua. Mientras más besaba a Taehyung, más relajado parecía. Seokjin finalmente alzó su cabeza y sonrió a Taehyung. —¿Te sientes mejor amor?

Taehyung rio. —Siento algo.

Seokjin sonrió cuando Taehyung se restregó contra él. —Guarda eso para luego. Te ataré bien y apretado cuando lleguemos a casa.

Agarró la mano de Taehyung y empezó a llevarlo alrededor de la camioneta. Podía ver a todo el clan Kim en los escalones del porche delantero, esperándolos. Esperaba que todos estuvieran listos para Seokjin. Infiernos, esperaba que Taehyung estuviera listo para ellos.

—Espera amor, aquí vienen tus padres.

Ma estaba llorando cuando corrió por el patio y envolvió a Taehyung en sus brazos. Taehyung rio y le devolvió el abrazo. Pa se quedó a su lado, sonriendo mientras esperaba su turno para abrazar a Taehyung.

Taehyung parecía tomárselo con calma, abrazando a cada miembro de su familia cuando se acercaban, pero en el momento en que acabaron, buscó a Seokjin de nuevo. Seokjin rápidamente tomó la mano de Taehyung, dándole un apretón tranquilizador.

—Lo estás haciendo bien, —susurró en la oreja de Taehyung.

—Es un poco abrumador, —Taehyung murmuró.

—Te quieren, quizá tanto como yo.

Taehyung rio y chocó su hombro con el de Seokjin.
—Nadie me ama tanto como tú.

—Cierto, pero supongo que tengo que compartirte con tu familia o ellos me matarán.

Taehyung rio. —Eso sería interesante de ver.

Ma inmediatamente empezo a hablar. —Familia Taehyung está ciego, es un hecho. Fingir que no, no ayudará. No digo que vayan bromeando ni nada, pero está ciego. Va a decir cosas como esa, nosotros también diremos cosas como esas. Todos necesitamos no sorprendernos o enfadarnos.

—Tienes absolutamente toda la razón Ma. —Taehyung se encogió—. Solo no cambies los muebles de sitio.

Seokjin sabía que Taehyung no podía ver las lágrimas en los ojos de su madre, pero se preguntó si podía escucharlas en su voz. Ma se secó con un pañuelo y rio ligeramente. Quería aplaudir su valentía por la nueva vida de su hijo. Ninguna madre quería ver a su niño luchar tanto.

—Bueno entren, —dijo Ma mientras empezaba a girarse y subir las escaleras. —He estado cocinando desde esta mañana.

Taehyung sonrió. —Bien, estoy hambriento. Hemos estado viviendo de mi comida.

La boca de Ma se abrió cuando se giró para mirar a Seokjin. —¿Lo dejas en la cocina?

Seokjin se encogió. —No lo hace tan mal.

—Dios, has aprendido cosas nuevas, ¿no?

—Seokjin es un buen profesor, —dijo Taehyung.

Los ojos de Seokjin se ampliaron cuando Ma le guiñó un ojo.

EL CORAJE (Libro IV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora