Ayúdame||Clintasha

XIV

TONY'S POV

Steve y yo habíamos quedado en hacer que estos dos idiotas se encontraran en un bar, que hablaran y por lo mínimo, cogieran. Y que me diera Clint detalles.

- Vamos a un bar, Legolas. -dije, sacandolo de onda- levanta tu culo de ahí.

- ¿Cómo porque iríamos a un bar? Conformate con Pepper o Steve, joder. -estaba de mal genio-

- ¿Pepper? ¡Si ella ya se va a casar! -reí- ¿y Steve qué? Vamos a un bar, y no te estoy preguntando.

-miro su reloj- es temprano.

- Dije que iríamos a un bar, no a un antro idiota.

No le quedo de otra más que pararse del sofá, sabía que no me rendiría fácilmente.
Salimos en mi carro, Legolas sólo iba viendo por la ventana, como si nunca hubiera salido al mundo. Yo sólo trataba de comunicarme con Steve. Necesitaba saber donde encontraríamos a estos enamorados.

- Vamos al bar "G n B" ¿sabes dónde queda? -yo iba conduciendo-

- No, sí tu sabes, por mi no hay problema. -me dijo serio-

- Listo, llegamos. -abrí mi puerta y salí-

Clint se quedó un tiempo contemplando el lugar, si no cerraba la boca le entrarían moscas, aunque no me molestaría, al contrario, lo grabaría.

- No tengo tu tiempo. -lo saqué de sus pensamientos-

- Ah sí, ya voy -seguía algo distraído, pero ya se le veía alegre-

- Bien, escucha, ¡estas aquí de ciudadano, no de espía! -susurré-

- Lo entiendo, no soy un pequeño.

Al momento de entrar todas las miradas se clavaron en mi, como siempre, tienes que entrar de la mejor manera. Y que mejor manera que venir abrazado con un Stark. Me llegó un mensaje y rápidamente lo chequé, haciendo de lado a Clint. El mensaje era de Steve que decía "Deja de hacer tus malditos espectáculos, ya sabes porque estamos aquí, Tony." Me límite a sonreír y contestarle un simple "Lenguaje, Rogers."

Lo busqué con la mirada, sólo veía a unas rubias coqueteandome frente a mi, pero por el momento ni me interesaban un poco. Steve alzó las manos dandome una señal a lo que sólo levante mi pulgar en señal de que iniciaríamos con lo que planeamos.

- Deberíamos ir hacía haya. -señalé casi por donde estaba Steve-

- Se ve que hay mucha gente, Tony. -dijo sin ganas-

- Por eso mismo, vamos.

Me lo llevé casi a rastras y me escondí dentro de la multitud, dirigiéndome a Steve, lo saludé.

- ¿Está la pelirroja?.

- Sí, fue algo difícil traerla, pero valdrá la pena. -sonrió-

- Espero y esto funcione, porque no pienso llevarlo todo borracho a mi casa. -tomé una copa y me la tomé-

Y la magia sucedió. Ellos dos se habían encontrado.