La señora Sofía, madre de Santiago, comienza a hablar y todos nos quedamos en silencio, me siento inquieta con la presencia de Tatiana aquí. Pero trato de no mirarla, me alejo un poco metiéndome entre los invitados, para así no ser vista.
Los ojos azules más bellos que he visto, me buscan con el ceño fruncido entre la gente, hasta que se posa en mi y su rostro se relaja. Le sonrió tenuemente para darle seguridad ¿Pensaría que me he ido?
-Gracias por venir a la celebración número 19 de mi pequeña, pero ya adulta, Alessa -Sonrie abrazando a su hija por la cintura.
-Sabes -Susurra alguien a mi lado haciendome pegar un salgo. Ladeó el rostro encontrándome con la Señora Alondra.- Nunca había visto a mi Santiaguito con esa mirada -Me sonríe y yo arrugó el entre cejo.
-Esa mirada tan brillante -explica volviendo su vida a su nieto en medio de la pista. Yo también lo observó, él nos sonríe al percibir nuestras miradas- Ojalá tú si lo hagas muy feliz. Ya ha sufrido sufriente -Frunzo el ceño ¿Se refiere a su relación con Tatiana? Pero no me atrevo a preguntar.
¿A qué se refiere?
Suspiro con el latido acelerándose. La mirada ardiente de Santiago me hace calentar la piel, está a metros de distancia, y con las solo sus ojos en mi o en mi cuerpo, siento como si me estuviera abrazando.
-Me siento orgulloso de mis tres hermosos hijos -Continua sofia- Doy gracias a dios por darme estos hijos tan maravilloso, y este nieto tan amado. Además, quiero felicitarlos por todo lo que han logrado, a mi hija por su academia, a mis dos hijos por su bufet de abogados -todos aplauden y vitorean- y a mí querido Santiago me alegro de que por fin hayas abiertos los ojos y comiences una nueva vida. Te lo mereces cariño
Las personas murmuran entre si, y por instinto miro hacia Tatiana, que ahora está roja de vergüenza, baja la cabeza y se va de entre la gente disimuladamente. Por un instante siento vergüenza ajena, eso ha sido cruel, pero me alegro del comentario de la señora Sofía.
-¡Qué comience la fiesta!
Los músicos comienzan a tocar un suave jazz, y todos se dispersan parar ir a sus mesas, yo espero por Santiago que aún sigue con Matías en brazos. El niño al verme se lanza a mis brazos y yo lo recibo encantada
-¡Hola mi amor! -saludo envolviendolo con cariño en mis brazos. Me besa en la mejilla y me sonríe.
-¿Cuándo haremos castillito de arena? -pregunta a su media lengua, me enternezco.
-Cuando vayas a casa de tu papi, prometo que lo haremos ¿Si? -El niño asiente feliz.
-¡Matías! Ven aquí -Me arrebatan al bebé de los brazos y este se queja, Santiago fulmina a Tatiana con la mirada, pero no le da chance a protestar por qué se da la vuelta y se retira, dejandolo con las palabras en la boca.
La miramos alejarse hacia un grupo de amigos de la familia que aún no me han presentado ¿Por qué? Probablemente sean amigos en común de ellos dos, y no sería algo cómodo. Si es así, mejor mantenerme al margen.
Me sorprende ver a Gabriel entrar junto a Miguel al poco tiempo, estos vienen a saludarnos.
-¡No sabía que venías!.
-Me han invitado a último momento, esto si que es lujo ¿Eh? -dice en voz baja Gabriel, haciendo un movimiento gracioso con las cejas y bebiendo un sorbo de su champán. Sonrío porque no tengo nada en que llevarle la contraria.
¡Esto es lujo! ¡Y del absurdo!
La banda sigue tocando jazz, y hay varias personas en la pista bailando. Miro a Gabriel sacar a la abuela de Santiago a bailar y suelto una carcajada cuando está acepta más que encantada.
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El compás de tus besos
Roman d'amourIsabella es una chica carismática e inteligente proveniente de un país con una creciente pobreza a casua de sus gobernantes, a sus 25 años de edad decide abrir rumbo a otro lugar donde pueda tener un mejor futuro, y así porque sacar adelante a sus s...