La promesa de una princesa

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Ciudad de Liyue (Mirador de la ciudad) - 2:15 p.m.

En lo más alto de la ciudad de Liyue, todo el ajetreo y las personas viviendo su vida eran vistas desde lo más lejos como todos los días, a la misma hora por la misma de chica delgada de cabello celeste y de unos particulares cuernos que denotaban su total diferencia de todas las personas de la ciudad.

-Ganyu- Las personas de Liyue se ven como todos los días- dice sin poder quitar ese rostro apagado suyo que solo podía percibir ella al llegar a ese lugar- viven sin ningún tipo de restricción, viven sin preocupaciones y con ellas también, pero sabiendo que tiene todo para confrontarlas, son realmente fuertes...

Esas eran las misma palabras una y otra vez que se repetía cada día sentada desde la orilla observando el bajo mundo que tenía a sus pies. Sus ojos se cerraban por completo y tras abrirlos comenzaba de nuevo, los recuerdos de aquel fatídico día en que escuchó las últimas palabras más dolorosas de quien se había enamorado y por quién había logrado un cambio significativo en sí misma. 

-Ganyu- ¿Por qué lo hiciste, Aether? ¿Por qué nos mentiste? ¿Por qué pese a esta habilidad que tengo, no soy fui capaz de hacer algo?

Lágrimas llenas de dolor y de manera silenciosa comenzaban a recorrer el rostro de Ganyu mientras la fría brisa de las alturas chocaban contra su rostro; días continuos de llanto cubierto por su soledad actual, pues a quien atribuyo el deseo de considerar su mejor amiga parecía se había olvidado de esas palabras, todo lo que una vez pensó había cambiado parecía un cruel espejismo, pues su realidad actual se transformó por completo en como era en el pasado.

-Ganyu- ¿Por qué ahora mismo solo soy capaz de llorar y dejarme llevar por mis pensamientos?

-Mujer- Porque así es como eres y no tiene nada de malo en absoluto.

Con las lágrimas aún recorriendo su esbelto rostro, fue sorprendida por la voz de una mujer, una voz que reconoció inmediatamente y que confirmo la presencia de dicha voz al dar buscar el contacto visual.

-Ganyu- Madame Ping...- menciona el nombre de la Adeptus disfrazada de humana realmente sorprendida de su presencia- no creí que usted...- cesa sus palabras al no saber que decir mientras secaba sus lágrimas para no sentirse más patética ante ella.

-Ping- No busques ocultar aquello que te hace sentir como realmente eres, una preciosa joven que acepto recorrer la senda de los humanos- dirige sus palabras sentándose a la par de Ganyu.

-Ganyu- Aún no puedo aceptar que lo que esperé fuera algo hermoso como un lirio, terminará marchitándose y esfumándose tan rápido.

-Ping- Es parte de esa vida, no puedes esperar que todo sea paz y amor a diario, inclusive entre los Adeptus suele ocurrir lo mismo, no estamos tan alejados del trato de los humanos como parece, también sentimos como ellos, también perdemos y nos vemos envueltos en la oscuridad del dolor.

-Ganyu- Quisiera poder hacer algo por Keqing en estos momentos.

-Ping- La joven Yuheng, sí, me enteré por ahí que su regreso no ha sido el más pacífico de todos.

-Ganyu- Sufre aún más que yo por dentro, porque realmente amó más que yo...- agacha su cabeza resignada al recordar el rostro de dolor de su amiga- no sé que hacer por ella... ni por mí.

-Ping- Ciertamente, yo no podré darte la respuesta a tus problemas, eso es algo que tú misma debes razonar- menciona volviendo a colocarse de pie.

Ganyu solo la observaba ya con un llanto apaciguado al poder charlar con alguien. Pero esa distracción no duró mucho al ver como la figura de esa Adeptus convertida en anciana se alejaba de ella. Con un largo suspiro volvió a depositar su mirada en el mar de gente que tenía bajo sus pies cuando el pequeño pétalo de una flor cayó sobre su mano, aquel Lirio que portaba en su cabello también sufría como ella.

Fragmentado (VI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora