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capitulo 7

No me puedo creer que seas la madre de Theo -digo mientras caminamos hacia el dormitorio-. Doña Marta me debe muchas explicaciones -nos reímos los dos-.

¿Coincidencia? ¿Destino? Emily está increíblemente guapa, mi corazón aún no ha dejado de latir sin control, esos ojos marrones, sabía que los conocía, debería haberme dado cuenta de que los ojos de Theo me recordaban a los de Em, por eso sentía una conexión con él, por eso me hace tan bien. Doña Marta lo sabía, por eso tenía esa sonrisa en la cara, esa vieja traviesa, pero ya me lo explicará, ay si lo hará.

No puedo creer que tu abuela sea Doña Marta, le hablé de ti y no me dijo nada, estoy frustrada - Intentaba ser seria, pero era demasiado cómico- ¿Quieres decir que ya conoces a mis amigos, pequeñin? - Ella estaba con Theo en su regazo y él gritaba - Esta es la chica de la que mamá solía hablar, ¿recuerdas? - Espera, ¿le hablaba de mí a Theo? Dios mío, creo que me voy a desmayar.

¿Quieres decir que le hablaste mal de mí al chico? Que cosa más fea Em - digo y ella se sonroja, siempre me encantaron esas mejillas sonrosadas - ¿Puedo abrazarlo? - Pregunto y ella me lo entrega y yo sigo jugando con él

Me doy cuenta de algo y no me lo creo, creo que es evidente porque ella no deja de mirarme, y yo
desvío la mirada

¿que te pasa? - me pregunta confundida

Eres tú, la universitaria de la que todos hablan, Emily, eres deseada hasta por los profesores- la miro y siento una punzada de celos, sé que no debería pero es imposible, más sabiendo que hace unos días, tenía pensamientos impuros sobre Emily. Dios las chicas se burlaran tanto de mi, y ahora no se con que cara la miro, mi vista se queda en Théo, pero el pequeño empieza a llorar y me abandona, Emily se sienta a mi lado y lo levanta y empieza a darle pecho, y eso no ayuda nada ahí abajo, que mierda Emily.

Sabes, no me importan los malos comentarios, las miradas - Acarició la cara de Theo y me doy cuenta de lo mucho que quiere a ese niño, y yo lo conocí hace apenas unos días al igual que las niñas, ya estamos completamente enamoradas de él, imagínate ella que es madre.... - Mi vida no ha sido fácil Ali, y para ser sincera sigue sin serlo, tengo dos trabajos porque él necesita tenerlo todo, no le dejo que le falte de nada, si vas a mi piso verás que hay más cosas suyas que mías -Seguía acariciándolo y sonriendo, Voy a la universidad porque quiero darnos a los dos un futuro mejor, lo perdí todo, no tengo a nadie más que a mi hijo, si me quitan a Theo, no me quedará nada - Estaba llorando, no Emily, estás equivocada, completamente equivocada.

¿Quién ha dicho esa tontería de que estás sola? - Hanna entra con las chicas, llenas de globos y ositos de peluche - Somos tu familia Em, y todos los que estamos aquí queremos a este gordito - Em nos abraza a todos y hablamos durante horas, hasta que Spencer se nos une también.

¿porque tienes dos trabajos? ¿Es como si la Roxelle de todo el mundo odiaran a Chris? - Nos reímos, sólo Hanna diría algo así.

Trabajo mucho porque necesito pagar el piso, las facturas, él todavía toma el pecho pero necesita leche especial, no cualquier comida que pueda comer porque tiene alergias, su abuela es el ángel de mi vida -Ella mira a Theo dormir y sonreímos con la escena.

Si no fuera por ella yo estaría en la calle, y quien sabe que destino tendría Theo, yo solo hago lo mejor que puedo, y se que en la universidad hacen comentarios, incluso apostaron varias veces quien podría salir conmigo - ¿Celos? Sal de mi cuerpo, no te pertenece - Pero soy yo, la mamá soltera sexy que no habla con nadie - Se ríe y veo que se está muriendo de cansancio, con el rostro abatido y probablemente sin comer a estas alturas.

¿Cuántas horas llevas sin dormir? - Spencer también se ha dado cuenta.

Creo que 17, pero estoy acostumbrada -dice como si fuera algo normal.

¿Has comido algo? - pregunto y ella lo niega - Ven, a las niñas les encantará quedarse con Theo, tú y yo comeremos algo - Ella me mira sin creer - Vamos, Em, no te lo estoy pidiendo - Ella abre una leve sonrisa y me coge de la mano - Una onda recorre mi cuerpo, y cuando nuestras miradas se encuentran me doy cuenta, puedo entenderlo.

Es Emily, la mujer sin rostro que he estado buscando durante años, mi Emily.