Capítulo 4: Cazadora de Demonios

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Pasé los próximos trece días entrenando casi sin descanso para separar ambas respiraciones algo que logré finalmente haciéndole a ambas posturas diferentes, aunque al final me terminé desmayando ya que tenía el cuerpo muy cansado y el tío Tomeo me llevó a mi habitación a descansar mientras me regañaba por hacer mucho más de lo que podía aguantar, el tío Tomeo apenas si ha estado saliendo de la forja para comer u observar el cómo entrenaba pues finalmente le habían asignado a un cazador, me alegra verlo tan apasionado, también he estado escribiendo cartas con el tío Hayate quién me recomendó empezar a llevar una pequeña bolsa con ratones o conejos para alimentar a mi búho pero prefiero sólo darle ratones ya que me da algo de pena matar conejos.

Hoy deberían darme mi uniforme y entregarme la katana junto a la petición que le había pedido al herrero por lo que salí de la finca a sentarme en la entrada a esperar a que llegue el herrero que me asignaron y a mi búho... Debería ponerle un nombre cuándo lo vuelva a ver... Y creo que lo llamé mentalmente ya que él se acercaba volando con una especie de paquete atado en una de sus patas, extendí un brazo para así permitirle aterrizar, saqué de la bolsita que ahora llevo en mi cintura un ratón el cuál le dí y se comenzó a comer.

Yuki: Debería darte un nombre... ¿Te gustaría que te llame Dārin?.

El búho nival pareció pensarlo y al terminar de comer el ratón giró a verme.

Dārin: Me gusta, llámeme así de ahora en adelante pero antes debería revisar su uniforme.

Dice aquél búho calmado moviendo la pata atada.

Yuki: ¡Gōmen!.

Aunque me sorprendió un poco que Dārin hablara así que tardé un poco en reaccionar para luego desatar su pata notando que tenía razón sobre que era mi uniforme aunque éste era en tela blanca con botones, cinturón y letras negras.

Dārin se puso encima de mi hombro derecho para que pueda entrar a la finca sin dificultad, aunque me sorprendió ver al tío Tomeo fuera de la forja pero más aún al ver que tenía puesta la máscara que usan los herreros provenientes de la villa de herreros... O algo así me había dicho el tío Hayate cosa que hizo que lo viera con curiosidad inclinando mi cabeza hacia un lado.

Yuki: ¿Tío?.

Tomeo: Tu querido tío fué elegido cómo tú herrero designado.

Éso me sorprendió bastante pero me alegró muchísimo a lo que hice una gran sonrisa para luego abrazarlo y sentarme frente a él, cómo había una ventana abierta Dārin decidió salir por allí diciendo que volvería en un rato, el tío Tomeo me mostró algo que era cubierto por una tela.

Tomeo: La katana nichirin también conocida cómo "la espada que cambia de color" la cuál es forjada con arena de hierro camersí escarlata y mineral camersí escarlata, que se pueden encontrar en la montaña más cercana al sol, estando constantemente bañadas por la luz solar todo el año.

Según tengo entendido los herreros siempre le dicen lo que usan para forjar las katanas llenos de orgullo por su trabajo aunque a la mayoría de cazadores no les interesa ésa información y simplemente quieren empuñar la katana, en mi caso yo lo veía con una sonrisa pues lo notaba ansioso mientras quitaba la tela para mostrar la katana la cuál al verla me sorprendí.

La hoja estaba hecha en la forma tradicional pero tenía un tsuba que era un copo de nieve y la empuñadura estaba cubierta por una cintas que se atan en trenzas de cuero para mayor control al igual que agarre en la empuñadura pero en el centro de las trenzas había una cinta color azúl pálido.

Tomeo: Adelante, agarra la empuñadura.

Dijo mi tío calmado señalando hacia la empuñadura de la katana a lo que asentí con la cabeza para luego agarrar con cuidado la empuñadura de la katana con ambas manos, me sorprendí un poco al ver que desde la zona del tsuba empezó a adquirir un color blanco con unos copos de nieve plateados grabados en la hoja pero que al estar cerca de la punta cambia a un color azúl cielo con grietas blancas hasta llegar la punta.

Tomeo: ¡Es la primera vez que veo una katana así!, ¡Que felicidad!.

Giré a ver a mi tío y juraría que él quería llorar de lo feliz que estaba pero no estaba segura ya que no puedo verle el rostro, además yo misma me siento feliz así que no dudé en sonreírle, él me dió la vaina de la katana la cuál es blanca con los bordes azúl pálido la cuál agarré para luego poner la katana allí y lanzarme a abrazar a mi tío agradeciéndole por la katana que me había hecho aunque luego recordé la petición que había hecho.

Yuki: ¿Hiciste lo que había pedido?.

Tomeo: Por supuesto, no se me olvidó.

Me separé de él para así observar que él me muestra algo cubierto por un trapo el cuál agarré para quitarle el trapo que lo cubría para así mostrar un par de kunais sencillos con un lado muy filoso, lo había pedido para prevenir en caso de que me quedara sin katana en mitad de un combate y fueron hechos del mismo acero nichirin por lo que los agarré de la zona que tiene las cintas para tener un buen agarre comprobando que los kunais cambiaba a un color blanco con la punta en color azúl cielo, me levanté para luego alejarme un poco para hacer unos movimientos con ellos para luego ver a mi tío con una gran sonrisa.

Yuki: Me encantan.

Presentía que mi tío tenía una sonrisa llena de orgullo detrás de ésa máscara que estaba usando hasta que una ululación llamó nuestra atención y giramos a ver hacia la ventana dónde estaba posado Dārin quién hizo algo parecido a una reverencia.

Dārin: Gōmen por interrumpir pero se le asignó una misión.

Yuki: Éso fué rápido... Por cierto llámame Yuki y dame unos minutos para ponerme el uniforme.

El búho simplemente asiente con la cabeza a lo que agarro el uniforme y la katana para irme corriendo a mi habitación, me puse el uniforme lo más rápido que pude, mi uniforme era de tela blanca, la camisa no tenía hombros o cuello dejando ver un poco de mi casi inexistente escote, tiene mangas largas y la falda me llega a la mitad de los muslos... Ahora entiendo porqué el tío Hayate me decía que debía agradecer que el haori me quedara grande por lo que me puse el haori, acomodé la vaina de mi katana en el cinturón y oculto los kunais en los bolsillos interiores del haori, me hago una coleta con la cinta que usé en la selección final y por supuesto me puse mi máscara...

Volví a dónde estaban ellos y el tío Tomeo me abrazó fuerte gesto que yo también hice ya que no lo volvería a ver en un buen tiempo.

Tomeo: Ésto no es un adiós, es un hasta luego y siempre me podrás visitar en la villa de los herreros.

Le besé una mejilla al tío Tomeo ya que moví un poco la máscara para luego salir de la finca teniendo a Dārin en uno de mis hombros, giré a ver hacia la entrada de la finca dónde estaba parado mí tío y me despedí con una mano gesto que él también hizo para así finalmente alejarme corriendo de aquél lugar que se volvió mi hogar para emprender un peligroso camino incierto que conlleva ser un cazador de demonios.

❄️

Enmascarada (chicos harem x oc) KNYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora