Capítulo 8 - Proyecto DEFG.

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—¡ATENCIÓN! Se les hace un llamado a el patio central a todos los estudiantes y participantes del proyecto DEFG.

¿Un altavoz?

Me levanto de golpe al escuchar aquella voz. Miro alrededor y al parecer todo sigue igual o al menos era así hasta que escucho el sonido de pasos provenientes del pasillo.

—¡ATENCIÓN! Se les hace un llamado a el patio central a todos los estudiantes y participantes del proyecto DEFG.

Doy un brinco cuando la puerta se abre de golpe dejando ver a la doctora Eilen quien tiene la respiración agitada.

—Levantate. —dice tomándome del brazo prácticamente arrastrándome para salir del cuarto.

En los pasillos observo a las personas corriendo y chocando entre sí pero raramente todas van hacia la misma dirección. En vez de tomar el pasillo hacia el comedor siguen el camino contrario pasando por un corredor hasta el final dejando ver a el dichoso patio.

Si me preguntarán a mí diría que este no es exactamente un patio, digamos que la primera palabra que se me viene a la mente al pensar en un patio es que se encuentre ñ al aire libre y en este caso es lo menos que se observa.

Todo el espacio se define por un color gris que gracias a las columnas y a el piso de mármol dan un aspecto pulcro.

Hay filas integradas por jóvenes por todos lados intento encontrar algún rostro conocido pero son demasiados. En algún punto la doctora me suelta y me giro inmediatamente a observarla confundida.

—Integrate en cualquiera de las filas.

—¡ATENCIÓN! En cinco segundos ya todos los estudiantes y participantes del proyecto DEFG debe estar en su correspondiente fila. —dice el alta voz.

—Lo siento me tengo que ir. —se disculpa la doctora para alejarse pero antes de darse la vuelta por completo dice—. Integrate a una fila.

—¡CINCO!

Miró al rededor.

—¡Seren!—sigo la voz entre las filas encontrándome con Bianca que se encuentra en una.

Corro hacia ella lo más rápido que puedo tropezandome con otras personas en el camino hasta que llego a su lado y me íntegro en su fila ganándonos las quejas de las demás personas. Pero todos se callan al momento en el que suena alguna clase de bocina perturbante ya que da la sensación que todos saben que significa.

Claro todos menos yo.

Observo a mí al rededor intentando comprender la situación y noto que a diferencia de mí, todos están mirando hacia algún punto al frente. El silencio se prolonga hasta que se escucha una voz que reconozco casi a el instante.

—¡Buenos días jóvenes participantes del proyecto DEFG!—me inclinó un poco sobre el hombro de Bianca para mirar de dónde proviene esa voz que ya he escuchado—. Se preguntarán para que los he traído a estas horas tempranas a formar pues... Resulta que algunos estudiantes se les ocurrió la grandiosa idea de entrar a el depósito de comida.

—Mierda. —alcanzo a escuchar a Bianca decir en voz baja.

Los pasos cada vez se escuchan más fuertes.

Hasta que al fin logro ver aquel hombre que hablaba con la doctora Eilen el mismo día que me han traído; aquel que no quería que me quedara.

—Y todo mal acto merece su castigo. —finaliza mirándome directamente a los ojos.

El lugar que antes estaba en silencio retumbó gracias al eco de las palabras de aquel hombre. No se escuchaba algún tipo de murmullo todos se mantenían en silencio.

¿Y Sí El Mundo Se Acaba?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora