[No se te olvide votar ⭐] 📍: Ciudad ****. (______)
Suspiré frustrada. Por primera vez me había enamorado, y no de una simple persona...De una excepcional persona que aún no llego a comprender el porque se enamoró también de mí, siendo todo lo contrario.
También había encontrado el amor en Frank, ese dulce y pequeño niño que me hizo crecer como madre.
Pero ahora, las cosas estaban hechas y parecía que no había vuelta atrás. Ellos debían seguir sus vidas sin mi. Me alejé por su bien y espero que me pueden llegar a comprender. Yo solo sería un estancamiento tanto para ellos como para la empresa.
- Mjm.- me quejé un tanto cansada. Aún tenía que cenar y mis tropas ya me estaban llamado la atención así que me levanté dispuesta a cocinarme aunque sea una sopa instantánea.
Tomé el empaque y lo abrí recordando cada vez que Cinco me regañaba por comer comida basura.
El timbre sonó haciéndome salir de mis pensamientos. Que raro, yo no pedí servicio al cuarto. Dejé el empaque sobre la barra de la pequeña cocina y me dirigí a abrí la puerta encontrándome con los hombres menos indicados.
- Mami.- Cinco bajó a Frank para que este me abrazara por las piernas y después entrara al departamento.
- ¿Qué haces aquí?.- le pregunté al ojiverde mayor, el cual simplemente me sonrió tomándome de los hombros y para ayudarme a sentar.
- Siéntate aquí. Toma asiento.- detrás de nosotros entraron varios empleados con carritos llenos de comida.- Mira, lo que quieras comer, hazlo, es todo tuyo.
- ¿Para qué es esto?.
- Te he dicho que cenaremos juntos todos los días.- me entregó una servilleta y me acercó dos platos servidos con deliciosos manjares.
Olviden la tonta sopa instantánea. Esto es mil veces mejor.
- Come mientras está caliente.- asentí mientras tomaba un tenedor y una gran pedazo de carne sin siquiera cortarlo y simplemente lo mordí ante las miradas perplejas de Cinco y de Frank.
- Me gusta comerlo de esta manera. ¿Algún problema?.- bufé ante la cara de Cinco.- Si no te gusta mi manera, puedes regresar y dejarnos a mí y a Frank en paz.- el pequeño me sonrió.
Su padre negó con la cabeza al ver de reojo su celular.
- Coman primero, necesito tomar una llamada.- se retiró yéndose a otra habitación dejándome a solas con mi pequeño.
