Capítulo XVlll

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Esto debe ser una pesadilla

Medidor de ritmo cardíaco, de ahí provenía el sonido que llegaba hasta mis oídos, quería abrir mis ojos más no podía y solo me limitaba a escuchar lo que podia. Dure así mucho tiempo... Conté uno... Conte dos... Conte tres... Conté mil... Pasaron más segundos de los que puedo contar, de vez en cuando escuchaba voces... "Despierta pequeña, aun falta mucho por hacer" "despierta Uraraka, perdón por no hacer nada" "Abre los ojos" todas voces conocidas o bueno, casi todas.

"Despierta mami"

Cuando al fin pude abrir los ojos, pude ver a una chica la cual tomaba nota de algo frente a mi,su cabello estaba atado por dos cortas coletas a los lados opuestos, es rubia, y por lo que pude sentir, una Alfa

- Himiko - fue todo lo que pude decir antes de que se rompiera mi voz

Ella dejo de tomar nota acercándose a mi, coloco sus manos en mi mejillas acariciándolas

- Himiko... Himiko - Coloco uno de sus dedos en mis labios, para después escuchar su dulce voz

- No, soy Sasha, tu doctora, Himiko está en su empresa pero con gusto le diré que has despertado - su voz era dulce, la de mi Alfa es algo chillona, mucho mejor que esta.

Cuando se separo y mi vista se agudizó pude ver a la mujer, su peinado se parecía al de Himiko, sin embargo, en vez de dos moños tenía dos coletas, su piel era clara pero no tanta como la de ella,sus colmillos son pequeños, sus ojos grandes y rojos, sus labios tenían un ligero color rojo fuego, unos 170 centímetros, sería una diosa para cualquiera pero yo solo tengo ojos para mi Alfa Himiko Toga

Después de un rato, escuché la puerta abrirse, entrando una muy preocupada Ashido y una asustada Hagakure ya visible

- Ochako, Dios mio eres tu - ashido se aserco a mi para darme un abrazo, era algo distinta, su cabello llegaba hasta sus hombros - Las cosas no son lo mismo sin ti amiga

El tiempo paso y cada vez llegaba más gente, todos se veían tan diferentes, sus facciones eran más maduras, hubo quienes incluso llegaron con cachorros lo cuales recordó al mío, pero siempre que preguntaba guardaban silencio total lo cual ocasionaba que imaginará lo peor...

Todos se veían tan diferentes, el cachorro de Lida y Mei estaba más grande, estaba asustada no entendía nada. Fue entonces que ella llegó

La puerta se abrió de golpe mostrando a una chica rubia con lágrimas en los ojos y una cachorra de tras de ella, corrió a abrazarme diciendo que lamentaba todo, que era una idiota y de más pero... ¿Quien era ella?

Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora