Capítulo XVl

767 48 4
                                    


¿Quien eres en realidad?

El día paso, y nunca logramos decidir algún nombre ¿tan difícil es decidir un nombre? Himiko se volvió demaciado sobre protectora en unos minutos, me daba caricias y siempre me preguntaba "¿Se te antoja algo?" "¿Estas cansada?" "¿Tienes hambre?" "¿Te encuentras bien?", me daba ternura como me cuidaba de sobre manera, supongo que es porque es la primera vez que ambas tendremos un cachorro así que seremos madres primerizas y... Me preocupa no cumplir las expectativas.

- Ya es tarde, deberías irte a dormir - decía Himiko dándome un beso rápido en la mejilla - no te deves de desvelar

- Lo mismo digo - le respondi atrapandola en mis brazos - ya deves irte a dormir gruñona

- ¿Yo gruñona? - se dio la media vuelta quedando ambas mirando de frente a la otra, esa sonrisa... - ¿Segura que yo soy la gruñona?

- Pues si - dije con un leve puchero aún sin soltar mi agarre - Te volviste algo sobreprotectora

- ¿Y eso que tiene que ver con ser gruñona? - me quedé en blanco tratando de pensar una respuesta - Creo que no sabes el significado de "gruñona"

- Bueno ¿Y que si no lo se? - me sujeto de mis muslos levantándome del suelo, por ende, aferre más mi agarre para no caerme - ¿Que haces?

- Si tenemos pasion... ¿Le hace daño al cachorro? - me sonroje por lo que decía, sabía que esa sonrisa tenía otras intenciones - Hay que averiguarlo...

- Que atrevida eres, Toga Himiko - nos unimos en un beso que mientras pasaba el tiempo, perdía su toque de inocencia y adquiría uno más atrevieo, aun sin dejar de besarme, me llevo a la habitación dejándome caer en la cama, ella tenía una sonrojo en grande, sonreía con lujuria y podía sentir sus feromonas - ¿Me aras tuya otra vez Himiko? - pregunte con un tono algo atrevido y sensual para provocar la mas

- Te haré mia cada noche y cada día si gustas Ochako... - se posicionó a horcajadas de mi, esos ojos dorados me mataban - Ochako... Te vez tan jodidamente sexy... - era la lujuria en persona

- Agamos esto rápido, no quisiera que alguien nos interrumpiera - ambas éramos la lujuria misma

- Sus deceos - pego su exitado miembro a mi entrada, estaban las telas de la ropa, pero podía sentír si gran amigo a la perfección - son órdenes

.
.
.
.
.

- Si puedo trabajar, no me traten como niña enferma

- No hija, deves de cuidarte, estaras expuesta a muchas feromonas en esa reunión y no quiero que te pase algo malo - decía mi padre con una sonrisa

- Que molesto... - el solo pudo reír - ¿Himiko estará ahi?

- Tranquila, esa Alfa sabe controlarse - sabia a que me refería, solo pude sonreír

- Si no voy en representación de la empresa, iré como acompañante de Himiko, tu decide padre - este suspiro derrotado

- Bien, ve en nuestra representación, pero cuidate ¿Si? - decía algo preocupado

- Se cuidarme padre - conteste con una sonrisa para salir de su Oficina

Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora