Siempre serás tú

Capítulo 7 "Mi señora Cano"

Me quedé pensando unos segundos en qué responderle y finalmente lo hice..

No lo sabía, tampoco lo imaginaba. –Respondí. –Pero es un gesto muy lindo.

Después de responder, ambos nos quedamos en silencio, un silencio cómodo.

Una media hora más tarde, llegamos al lugar y Rubén se baja del auto más rápido que yo para abrirme la puerta.

Él estira su mano hacia mí, yo la tomo y bajo del auto.

Caminamos hacia la entrada y él posó una de sus manos en mi cintura. Amaba eso.

Llegamos justo enfrente del gran arco de flores que había y estaba un señor bastante alto, algo intimidante. Él preguntó..

Bienvenidos, ¿Me permiten su invitación? –Pregunta amablemente.

Soy el hermano de la novia, no necesito invitación. –Había olvidado por completo la actitud que a veces tomaba Rubén, era algo que no me gustaba de él.

Lo siento, pero necesito ver su invitación. –Contesta firme.

¿Qué no me oyó? Le estoy diciendo que soy el hermano de la novia. –Respondé algo alterado a lo que yo sólo reacciono tomando su mano para tratar de tranquilizarlo y le susurro..

Oye, tranquilo, no pasa nada, sólo muéstrale la fotografía de la invitación. –Le dije al oído.

Pude notar como la tensión en su cuerpo desapareció y sacó su teléfono para mostrar la imágen de la invitación.

¿Lo ve? Ahí está la invitación. –Responde ya más tranquilo pero enojado de todos modos.

Una disculpa, adelante. –Dice el señor, yo solo lo miro con una sonrisa apenada y Rubén me toma del brazo obligándome a ir tras de él.

Mientras iba tomada de su mano, pude observar el lugar, estaba repleto de flores hermosas, había luces que le daban un toque de elegancia al lugar, pero al mismo tiempo, minimalista.

Llegamos hasta la mesa que nos tocó y tomamos asiento, a mí me invadió la curiosidad y pregunté.

No era primero la boda por el civil?
–Cuestioné intrigada.

Sí, pero esa ceremonia fué hace un mes, esto es solo la fiesta. –Responde algo tenso aún por la situación de hace unos minutos.

Ya veo. –Respondí.

Momentos después, sale Daneiry con un muy lindo vestido, llega hasta el altar y el padre comienza a dar las palabras. Posterior a eso, la fiesta empieza.

Rubén se levanta y me dice que lo acompañe, veo que nos dirigimos hacia donde está su mamá y papá.

No pude evitar ponerme nerviosa.

Mamá, papá, miren quién me acompaña. –Dice Rubén volteando a mirarme.

Pude notar como se esparcía una sonrisa por el rostro de sus padres y su madre habló.

¡Brianna! Querida, tanto tiempo sin verte. –Contesta mi ex suegra, no me da tiempo de responder porque me da un abrazo, a lo que yo le correspondo.

¿Cómo has estado, hija? –Me pregunta el señor Cano.

Muy bien, ¿ustedes cómo se encuentran? –Pregunté interesada.

Nos da gusto hijita. Hemos estado bien, extrañando verte. –Contesta la mamá de Rubén.

Me da gusto igual, verlos después de tanto tiempo. –Argumenté con una sonrisa sincera.

A nosotros igual hija, sabes que allá en Sonora está tu casa cuando quieras. –Dice mi ex suegro.