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— ¡Ve más lento pedazo de animal! — Gritó Jeon sosteniendo la cintura de Park.

— Pero si ya llegamos. — Hablo Park riendo mientras apagaba el motor de su motocicleta.

— ¿Ah sí? — Miro a su alrededor. — ¡Sí! ¡Devuélveme mis cosas! — Comenzó a golpearlo con aquel casco prestado.

— ¡Auch! ¡Detente! — Se quejó cubriendo su cuerpo con sus manos. — ¡Está bien! ¡Aquí tienes! Ya deja de golpearme. — Le entrego su mochila haciendo un puchero algo tierno.

— Agradece que no te dí ahí. — Miro su entrepierna.

— ¡Pervertido! — Se cubrió aquella zona con sus manos.

— Mira quien lo dice. — Lo miro serio. — Adiós. — Dió vuelta para irse.

— ¿Sabes como llegar a tu casa? Estamos algo lejos de la zona céntrica de Seoul. — Dijo burlón.

— Jódete. — Soltó caminando sin rumbo.

— Bien, entonces mientras tu te pierdes yo iré a comer pollo frito, que casualmente es el mejor de aquí. — Hablo caminando hacía un restaurante.

— Mal provecho entonces. — Gritó Jeon ya estando lejos de Park.

— Y lo acompañaré con una coca-cola bien fría. — Grito viendo como su compañía se iba alejando.

— ¿Y a mi qué? — Grito esperando un taxi para ir a casa.

— ¡Y luego iré por un helado de oreo! — Dijo desesperado.

— Con todo eso te dará diarrea. — Terminó de hablar para hacer detener a un taxi. — Buenas tardes, disculpe ¿Cuánto me cobraría po-

— ¡Huya señor! — Gritó Jeon acercándose a la ventanilla del copiloto.

— ¿Qué le sucede joven? — Hablo el señor confundido.

— ¡El es un ladrón! Ya ha robado muchos taxis, su modo operandi es vestirse de estudiante y pedir que lo lleven a cualquier dirección. — Dijo aguantándose las ganas de reír.

— ¿Qué mierda estás diciendo Park? — Lo miro enojado. — Señor no le crea, yo si soy est-

— Disculpe, pero debo irme. — Se fue a penas pronunció aquellas palabras.

— ¿Entonces... Vamos a comer pollo? — Sonrió tomando su mochila.

— Te juro que si te alcanzo te dejaré sin bolas. — Soltó para terminar correteando a Park.

Estuvieron corriendo, riendo, con cierta molestia... Para terminar comiendo.

El estómago de Jeon no pudo resistirse ante tal olor delicioso proveniente de aquel restaurante... Después de todo, Park pagaría.

— Quién diría que una cosa tan linda como tú come demasiado. — Dijo caminando a la par del menor.

— No exageres, comimos la misma cantidad. — Lo miro serio.

— Yo apenas comí dos alitas, tu te comiste todo... Aún sigo con el temor de que me comas. — Dijo burlón y coqueto al mismo tiempo.

— No como porquerías. — Hablo para ir a sentarse a una banca.

— Ya quisieras comer tremendo bombón — Sonrió sentándose al lado suyo.

— Pues ese bombón. — Lo señalo. — Está vencido. — Rió.

— ¿Por qué me odias tanto? — Lo miro atento.

— Uno, por querer pegarme al defenderme de tu noviecita. Dos, por destruir mi proyecto. Tres, porque quiero y puedo. — Hablo para luego ver el cielo.

— Enserio estoy sorprendido y hasta con cierto miedo. — Susurro viéndolo.

— ¿Te doy miedo? — Rió viéndolo.

— Me da miedo, este sentimiento que está creciendo por ti. Creo que me gustas Jungkook. — Hablo viendo sus labios.

Básico✨️ •Jikook• °Adap°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora