XVI

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Con Charles

Podía oler las feromonas del piloto mientras abrazaba a su hijo, haciendo que se tranquilizara el doble, sabiendo que los dos estaban allí.

Para Charles, Carlos era alguien fácil en quien confiar, aunque, no sabía exactamente por qué, le agradaba la idea de poder confiar en él, que era un Alfa. Hasta ese entonces, solo pudo confiar en un Alfa, en Pierre, que se podría llamar su mejor amigo.

Entonces, la voz del mayor le llamó la atención, y aún sin soltar a Ollie, lo escuchó atentamente.

- Charles... ¿Podemos hablar? - sus miradas no se separaban, y el Omega pudo notar la angustia y una pizca de súplica en ellos. Eso en parte le enterneció.

- Ahora no Carlos. Estoy con mi hijo. Buscame después de las entrevistas, ¿Si? - fue lo más amable que pudo, el piloto lo había ayudado, y él ahora no podía ser grosero con él. Aunque, se sorprendió un poco al notar su cara calentarse un poco.

- Vale. - parecía aliviado, hasta alegre. No sabía exactamente de lo que quería hablar el contrario, pero, parecía lo suficientemente importante como para que Carlos no pudiera controlar bien su olor. - ¿Quieres que me quede un rato? O ¿prefieres que me vaya? - Ollie miraba con curiosidad la extraña interacción que estaban teniendo. - Es decir, aún estás soltando bastantes feromonas... No quiero que nadie se acerque sin consentimiento. Si quieres os acompaño a algún sitio... - el Monegasco no sabía que seguía tenso, hasta que, se destensó ligeramente al oír el ofrecimiento del mayor.

- Si no es mucha molestia... ¿Nos podrías acompañar al hotel? - y, aunque prefería que le acompañara hasta la puerta de la habitación, no quiso molestar tampoco mucho, así que, solo dijo eso. Sacando un asentimiento y una sonrisa instantánea del Alfa.

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Los dos adultos estaban callados, y el niño andaba corriendo de un lado al otro alrededor de ellos. El ambiente estaba en la fina línea entre ser cómodo e incómodo, el cachorro era lo que aliviaba la tensión.

En eso, Ollie llamó la atención de su padre tirando de su camiseta.

- Papi, Papi, Papi, ¿Cuando voy a poder ver el coche de Carlos? - Aún tenía energía, su niño siempre fue así, con tanta energía, con tanta curiosidad, y tanta humildad...

- Pues, no te puedo llevar conmigo a los entrenamientos, puede que mañana, en la clasificación puedas ver el monoplaza correr... - su mente ya empezó a trabajar. Ahora tenía que encontrar la manera de tener tranquilo al niño el día de mañana, para que Ollie pudiera ver la clasificación. Y, en realidad, no era tan difícil, primero, haría que se cansará animando a los pilotos, y luego, le haría prometer no apartarse de él en la entrevista, le haría prometer no soltar su mano de la de su padre. El niño solía hacer caso a su padre, así que, no debería de ser un problema.

- Pero, Carlos me dijo que podía montar en su coche - sus labios crearon un puchero adorable. Y por eso, el cerebro de Charles tardó unos segundo en reaccionar a lo que dijo su cachorro.

- Que Carlos te dijo, ¿Qué? - miró al Alfa, un poco furioso. Esas cosas se tenían que comentar antes de ofrecer.  ¿Qué si el niño se tenía que ir el día siguiente? ¿O si tenía prohibido subir a algún vehículo solo? ¿O sí, no se lo pudiera permitir?

- Si, eso le dije... Pero vamos, que, si tú no quieres... - Charles notó como Carlos se acercó a él, como para tranquilizarlo. Y él suspiró.

- Hablaremos de esto también después de las entrevistas - Ollie lo celebró con un "Wiiiiii", se acercó al mayor y mientras el contrario le sonreía, chocaron los puños. ¿De dónde habían sacado tanta confianza?  Sin darse cuenta, el Omega ya estaba sonriendo.

El Indicado // Charlos//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora