Capítulo 10, Lucha rubita lucha
La luz del sol se filtraba tímidamente por las cortinas de la habitación compartida, proyectando patrones suaves en las paredes. Kelly fue la primera en moverse, girándose perezosamente entre las sábanas mientras soltaba un suspiro somnoliento. Ana, aún medio dormida, estiró una mano para buscar su móvil en la mesita de noche, pero sin abrir los ojos.
-¿Qué hora es? -murmuró Kelly con voz pastosa, todavía envuelta en la calidez de la cama.
-Suficiente como para levantarnos -respondió Ana, sentándose con un suspiro y frotándose los ojos.
Ana cruzó la habitación descalza y corrió las cortinas, inundando el espacio con la luz de la mañana. Kelly, en respuesta, se tapó la cabeza con las sábanas, protestando con un gruñido.
-¡Oh, venga, nenica! ¡Es un día hermoso! -bromeó Ana, dándole un empujón en el pie con un gesto divertido.
La muchachita asomó la cabeza de entre las almohadas con el pelo revuelto, en sus ojos se leía una mezcla de sueño y resignación.
-Hermoso, pero yo todavía... not ready, ¿ok? -murmuró con voz hosca, maldiciendo internamente, dejando caer la cabeza contra la almohada bufando ante la insistencia de su hermana.
Satisfecha por haberla despertado, la morena soltó una risa ligera y se dirigió al baño, cerrando la puerta detrás de ella mientras su hermana, cerrando de nuevo los ojos se acomodaba aún más en su cama, disfrutando de unos minutos más de pereza. Sin embargo, una sensación familiar pronto la hizo levantarse de golpe.
-Oh, no... -murmuró, con los ojos abiertos. Se puso de pie rápidamente, descalza, y golpeó la puerta del baño.
-¡¡¡Anaaaa!!! ¿Queda mucho? ¡Necesito entrar ya! -gritó con tono de urgencia, cruzándose de brazos mientras esperaba.
-Estoy en la ducha, nenica, ¡entra si es tan urgente! -respondió Ana entre risas desde el baño, con el sonido del agua corriendo de fondo.
La chica no se lo pensó dos veces ¡No podía! . Abrió la puerta, se bajó las braguitas a toda prisa y se sentó en el inodoro con un suspiro de alivio.
-¡Dios, gracias! -murmuró para sí misma mientras dejaba salir su urgencia, cerrando los ojos brevemente con alivio.¡Bebí demasiada agua anoche! ufffff
Abriendo la cortina de la ducha Ana, sacó la cabeza entre las cortinas con una toalla enrollada en el pelo, observando a su hermana con una sonrisa divertida.
-Tienes una cara... pareces recién salvada de un naufragio.
Intentando evitar que su hermana notara el alivio que sentía, Kelly abrió los ojos y le lanzó una mirada medio indignada, medio aliviada, mientras se relajaba sentada en la taza del water, estaba fría, muy fría, pero en ese momento era el cielo.
ESTÁS LEYENDO
La jugadora Número 10 (en edición)
RomanceAna tiene un plan brillante: su equipo de fútbol necesita una estrella, pero su hermano Iván, el mejor jugador que conoce, está lesionado. ¿La solución? ¡Convertir a Iván en Kelly, una rubia dulce, delicada... y lista para arrasar en el campo! Sin e...