Fue divertido como al llegar casi todos los dioses los recibieron con un expresión aterrada, era obvio que ninguno se quedaría con un buen sabor de boca luego de ver a los dos dioses más poderosos así de lastimados y cansados, apoyándose mutuamente en el cuerpo del otro.
Después de ser curados y haber descansado un poco, ambos dieron un informe oficial de lo que había sucedido en ese lugar, la cantidad y categoría de los nomus que habían aparecido y las nuevas observaciones sobre cada uno de ellos que podía ser de utilidad en un futuro combate.
—Muchas gracias a ambos por esta información, lo investigaré con mis subordinados y apenas tengamos una conclusión o teoría hablaremos de nuevo — Concluyó el pecoso con la mirada fija en los informes escritos que tenía en sus manos.
Cuando todos iban a salir del lugar con obvia preocupación en sus rostros se escuchó una voz resonando fuertemente.
—Un momento... — Habló el rubio cenizo mirando a la nada con una mirada pensativa.
—¿Sucede algo Kacchan? — Preguntó el peliverde consternado por quizá alguna nueva información de la que debían encargarse.
—Si tú enviaste solo a Mirio a revisar el lugar, y en su informe dice que pasaron varias horas antes del incidente... ¿Cómo es que llegó milagrosamente Tamaki en el momento justo? — Cuestionó con una ceja levantada.
Todos callaron ante tal información, incluso el rubio, quien por su felicidad jamás se había cuestionado sobre aquel suceso tan curioso. Tanto él como los demás miraron al azabache quien se cubría la cara con la capucha de aquella túnica negra.
—Yo lo convencí de que era injusto que no vaya siquiera a ver cómo estaban las cosas con Mirio, después de todo, Izuku le asignó primero el trabajo a él, y que llegará a tiempo, supongo que fue una afortunada casualidad — Comentó Nejire con una sonrisa tranquila, calmando los ánimos de todos los presentes.
—Mmm... como sea — Indicó el rubio cenizo abandonando el lugar, al igual que el resto, no sin antes enviar una significativa mirada al dios de la sabiduría, quien lo entendió de inmediato.
—Mirio, quisiera hablar contigo sobre algo — Indicó algo incómodo el peliverde, tomando su brazo y alejándose un poco del resto para hablar en privado.
—¿Sucede algo malo? — Sabía que esas charlas privadas normalmente no eran por buenas razones.
—Nejire estuvo ese día conmigo y Kacchan, es mentira lo que dijo — Soltó de repente, notando como el rubio se sorprendía.
Mirio volteó a ver a Nejire y Tamaki, notando como solo se veían a los ojos, luego ella dijo algo simple pero que, automáticamente hizo que el azabache se sonrojaba como jamás lo había hecho antes, y después lo miraron a él por menos de un segundo al notar que estaban siendo observados por el mismo rubio.
—No te preocupes por eso Izuku, creo saber porque estaba Tamaki ese día y la causa de que Nejire mintiera para cubrirlo — No había que ser muy listo para darse una idea vaga de lo que ocurría.
—Si tu lo dices Mirio, pues no me preocuparé, pero cuida tu salud, estás algo delicado por aquella pelea — Concluyó sin mucho ánimo el pecoso.
—Lo haré, tranquilo —
Decidió acercarse a los dos chicos que había estado observando antes, escuchando algo parecido a "aquí viene, actúa normal", lo cual causó una sonrisa tonta en su rostro.
—Supongo que tengo que agradecerte por haber convencido a Tamaki que venga a por mi ¿verdad? — Preguntó tranquilamente con una sonrisa.
—Pues sería atento de tu parte agradecerme — Siguió la corriente la de cabellos celestes sonriendo al ver que el rubio se negaba a verla a los ojos.
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Sen Seiki [MiriTama]
FanfictionSu primer recuerdo era oscuridad. Una abrumadora, profunda y solitaria oscuridad. Entonces lo vio, y supo en ese instante que ya no estaría solo. Lo amó mil siglos, y lo amaría mil siglos más, de eso estaba seguro.