Capítulo 5: Reto

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Estaba preocupado, una sensación de horror recorrió todo su cuerpo, ¿Y si a Nikola le había pasado algo? No es que no confiara en él, es solo que viendo la condición de los demás humanos, era normal que se preocupara por él.

Su pareja era un descuidado en ciertos ámbitos y ahora borracho... No se podía ni imaginar qué cosas haría en ese estado.

Sin pensarlo mucho, se acercó hacia Qin quien discutía con Hades debido a que el primero estaba seguro de que ese trapeador era el Rey del inframundo.

—¡¿Cuánto vino tomaste, Qin?! —Hades sangoloteó al chino por los hombros y éste por más que lo movían, no soltaba a quién creía que era su pareja.

—¡¿Cuál pingüino?! —se carcajeó Qin.

Al llegar con esos dos, le arrebató bruscamente el trapeador al ex emperador de China. —¿Has visto a Nikola, Qin? —Beelzebub preguntó serio colocándose al lado de su amigo.

—Niko... Sí, sí lo he visto. —se cruzó de brazos mientras se recargaba al lado del más alto y elegante. —Ey, Hades, ¿Puedes creer que hace horas un tipo loco te arrebató de mis manos?

Ambos Dioses tuvieron un tic en el ojo, Qin shi Huang no estaba para nada bien y tenía el estado del tiempo alborotado.

El señor de las moscas no quería ni imaginarse como estaría su novio, posiblemente estaría lanzando electricidad como un maniático con sus manos.

—¿Y bien? —insistió el demonio. —¿Dónde está?

—Qin. —regañó Hades.

—Tú me preguntaste sí lo he visto y pues sí lo he visto, no me preguntaste a dónde fue o dónde está. —como si fuera un Koala, se trepó en el Rey del inframundo, lo abrazaba con fuerza apretando sus brazos y piernas para no caerse.

Respiró profundo tratando de controlar su ira, quería golpearlo pero estaba seguro de que su amigo se interpondría. —¡Bien!, ¡¿Dónde está Nikola?!, ¡¿A dónde fue?!

—Ah, ya... —seguía sin soltarse de Hades. —Le dije que no podía darle con su rayo de la muerte a Ares y luego me comentó que sí podía y se fue por su invento.

—¡¿Estas safado de la cabeza, Qin?! —regañó el Rey del inframundo. —¡¿Cómo rayos se les ocurre retarse de esa forma?!

—Me gustabas más cuando parecías un palo. —Se quejó y a la vez, ocultó su rostro en el torso de su novio.

—Como sea, voy por Nikola antes de que haga una tontería. —exclamó Beelzebub cansado de la situación y arrojando el trapeador al suelo.

—Adelante, después me cuentas si todo salió bien. —se despidió Hades observando como su amigo salía de la habitación de Qin en busca de su amado. Si su sirviente no les hubiera dicho nada, posiblemente Ares moriría puesto que era consciente de la capacidad de los inventos del hijo de la luz.

⚡🪰

Se apresuró a llegar al laboratorio de su novio y al no encontrarlo, enfureció, quería golpear al primer ser viviente que viera.

Si de por sí el Rayo de la muerte era peligroso en manos de Nikola, ahora no quería ni imaginárselo en manos de un Tesla ebrio.

Y no pensaba lo anterior solo porque sí, tampoco creía que su novio lo usaría para el mal sino porque no se medía en su seguridad al momento de usarlo.

La primera vez que Tesla lo probó, casi se mataba y terminó con varios huesos rotos debido a la potencia con la que salió disparado en el momento en el que el rayo de la muerte se impactó contra el suelo.

“No está en su laboratorio” pensó, tratando de calmarse. —¡Su habitación! —se dijo y emprendió camino hacia el cuarto de su amado.

Era obvio que algo tan importante como su invento estaría en el mini laboratorio de su habitación.

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