Lo que menos esperas

Capítulo 1: Antes del caos

-Horas antes-

Beelzebub tenía la extraña costumbre de observar trabajar a su novio, se daba cuenta de los pequeños detalles que éste hacía en su día a día.

Por eso, sabía que su pareja era de pocos amigos y no es debido a que fuera una mala persona sino porque era difícil de seguirle el ritmo.

Pero si a Nikola no le interesaba hacer más amistades de las que ya tenía, él tampoco se molestaría por ello, a fin de cuentas y gracias a eso sus preocupaciones de que algún amigo o alguna amiga coqueteara con él, eran menos y ni así, estaba seguro de que su novio los ignoraría por completo.

Por supuesto que se sorprendió cuando su humano le dijo que iría a una reunión y él no estaba invitado.

—Esta noche iré a una reunión con Qin. —emocionado, expresó Tesla con una sonrisa y es que hace tiempo no salía con amigos, dudaba de aceptar la invitación o no pero al final, el Ex emperador de China lo terminó por convencer.

Beelzebub arqueó una ceja algo dudoso mientras observaba la enorme emoción que su pareja irradiaba, le gustaba verlo feliz era solo que no confiaba en Qin Shin Huang.

Ese chino era un sonsacador de seres inocentes y para colmo, Tesla era un pan de Dios fácil de influenciar; no cabía en su cabeza cómo es que su novio y Qin eran amigos cercanos.

Todavía recordaba la vez en que él y Hades tuvieron que salvar a Tesla y Qin Shin Huang de la ira de Odín; y todo con el pretexto de querer arrancarle varios pelos de la cabeza al tuerto.

Era más que obvio que la idea fue de Qin y que pudo persuadir a Nikola con la excusa de que podía usar esos cabellos para una futura investigación. Tesla no se podía negar a nada que tuviera que ver con la ciencia.

Dejó salir un suspiro y con calma, preguntó. —¿Por qué no estoy invitado? —no era sencillo para él salirse de sus cabales y tampoco quería iniciar una discusión con su novio.

El castaño solo elevó los hombros sin saber muy bien la razón del porqué ningún Dios era requerido pero la invitación decía solo su nombre. —Qin hizo mucho énfasis de que esta reunión es solo para humanos.

—Sabes que eres libre de hacer lo que quieras es solo que no confío en Qin. —manifestó su incomodidad, si fuera por él, ya hubiera mandado al chino al noveno infierno pero para su desgracia, éste era novio de su mejor amigo, el Rey del inframundo.

Nikola se acercó a su novio y sujetó su brazo con suavidad, con la otra mano levantó el pulgar y le mostró su mejor sonrisa. —No te preocupes, Beelzebub, ¿Qué es lo peor que podría pasar?

⚡🪰

Corría a toda velocidad mientras maldecía pero al llegar al laboratorio de su novio y no encontrarlo, le provocó una furia inigualable.

—¡¿Es en serio?! —Beelzebub se quejó  al borde de golpear al primer ser viviente que viera. —¡¿De todo lo pudieron haber escogido, tenía que ser el rayo de la muerte?!