CREADO | Yoonmin

05

Despertó con una luz cegadora que le obligó a abrir los ojos, parpadeando hasta que se acostumbró. No recordaba cuándo se había desmayado, pero el alivio de saber que aún estaba vivo lo inundó. Se encontraba nuevamente en una cama, pero esta vez sin los inquietantes muñecos que lo habían recibido la primera vez.

Al observar a su alrededor, notó que estaba en la habitación grisácea, con las cortinas abiertas dejando entrar la luz. Su cuerpo estaba vendado de nuevo. Los recuerdos de la noche anterior inundaron su mente: defendiendo al niño y luego, repentinamente, todo estaba lleno de sangre.

Recordaba claramente la sangre que brotaba de su ombligo y de sus manos, pero ahora, al ver sus manos, estaban limpias, al igual que la camisa que llevaba puesta.

"Debo salir de aquí", fue lo primero que pensó mientras trataba de levantarse con cuidado. 

A su lado, vio una bandeja de comida sobre la mesa. ¿La habría traído el chico? Yoongi decidió ignorarla y se dirigió hacia la puerta, abriéndola tan silenciosamente como pudo. Observó a su alrededor y se encaminó hacia las escaleras

Al bajar, pasó por el pasillo donde recordaba que estaba la salida, y se encontró con el cuerpo de Jiho tirado en el suelo. El cuerpo seguía allí, con la sangre derramada y las huellas ensangrentadas del grisáceo por el suelo.

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Continuó avanzando y se topó con el cuerpo de Doyun, en el mismo estado que Jiho. Un poco más adelante, vio a Jimin, sentado junto al cadáver que estaba nuevamente en el sillón, cubierto con una manta.

"No toquen a mi padre."

Entonces era su padre, pensó Yoongi mirando al cadáver.

Jimin volteó la cabeza hacia él. Ambos se quedaron en silencio, con Yoongi sorprendido y horrorizado al ver a Jimin, aún vestido con la misma ropa manchada de sangre del día anterior. ¿Por qué ese chico no estaba herido?

Recordaba claramente oír como le disparaban, incluso le golpearon la cabeza con un jarrón el cual te puede incluso matar, pero el seguía vivo y coleando. Solo que a diferencia de Yoongi, el se encontraba bañado en sangre seca. Partes de su ropa estaba agujereada, pero no se encontraba ninguna huella de bala en su piel, incluso no parecía estar en mal estado, como si nada hubiera pasado.

Jimin apartó la mirada y le preguntó sin emoción en su voz: "¿Te vas?"

—¿Te vas?

Yoongi se quedó en silencio, incapaz de responder. No podía decir nada. Los recuerdos de Jiho y Doyun siendo asesinados por el mismo chico lo invadieron, sintió miedo, pero también una culpa abrumadora al darse cuenta de que había arrastrado al chico a su situación.

—Lo siento, todo lo que sucedió anoche fue mi culpa —dijo Yoongi finalmente, mirando al grisáceo—. Vinieron por mí y terminaste involucrado, incluso te hicieron daño. Lo siento. Me iré después de limpiar este desastre

Jimin no respondió, simplemente se quedó en silencio mirando hacia la chimenea apagada. Yoongi se movió por la casa en busca de una pala y minutos después cavó un hoyo lejos de la casa. Después de un rato, regresó arrastrando los cuerpos de Jiho y Doyun, arrojándolos al agujero que había cavado.

Agotado, solo quedaba enterrarlos. Mientras echaba tierra sobre los cuerpos, una gota cayó sobre su cuello. Miró hacia arriba y vio que había empezado a llover. Se apresuró a terminar y corrió de vuelta a la cabaña con la ropa mojada.

—Maldición, ¿por qué tiene que llover ahora? —exclamó Yoongi mientras se secaba el cabello con una manta que encontró.

Pero su atención se desvió hacia Jimin, quien seguía en la misma posición que antes. ¿Cuánto tiempo había estado solo?, se preguntó, mirando al padre de Jimin.