09

255 30 0
                                    

—Hoseok ha emitido la orden de retirada.

—¡¿Que?! —exclamó el portador de la radio, su voz llena de incredulidad mientras caminaba de un lado a otro sobre el tronco—. ¿Y qué hay del traidor?

Es una orden. Parece que han descubierto algo de importancia. ¡Apresúrense y comuníquenles que deben regresar de inmediato! —ordenó el individuo que parecía estar al mando, su tono denotaba la gravedad de la situación.

—Carajo —masculló el otro hombre mientras guardaba la radio—. ¡Vamos, todos, retrocedamos!

El hombre que se encontraba en el río, cerca del escondite de Yoongi y Jimin, alzó la cabeza al escuchar la orden.

—¿Encontraron al traidor? —inquirió el individuo con la gorra, su curiosidad apenas disimulada.

—No lo sé, tal vez ya lo hayan capturado. En cualquier caso, es una orden. ¡Movámonos, rápido! —instó el que lideraba a los hombres que los perseguían.

—Pero estoy seguro de que hay algo aquí —susurró el hombre con la gorra, inclinándose más hacia el río.

Sin embargo, justo en ese momento, entre las ramas, un pez emergió de las aguas, arrastrado por la corriente.

—¿Solo era un pez? —se preguntó el hombre con la gorra, desconcertado por la simpleza del hallazgo.

—¿Qué estás haciendo ahí? ¿No escuchaste la orden? ¡Date prisa, regresemos! —exigió el líder, impaciente ante la demora.

Ante la orden, el hombre en el río obedeció rápidamente, regresando por el mismo camino por el que había venido, seguido por el resto del grupo. Con el bosque ahora en silencio, ambos hombres salieron del agua y se sentaron exhaustos en la orilla del río, dejando que la calma del atardecer envolviera sus cuerpos fatigados.

—Ha... ahora nos buscan a los dos —dijo Yoongi pasando su cabello para atrás frustrado.

—Estas sangrando —menciono Jimin quien miraba fijamente como goteaba sangre del brazo de Yoongi.

Ante lo dicho, Yoongi se quito el abrigo notando que este se había roto al pelear con el tipo de la hacha, quien lo atrapo lanzando bombas a sus compañeros y le sorprendió por atrás, por suerte y Yoongi había llevado un arma, por lo que termino acabando con el en poco tiempo. Sin embargo, Yoongi al ver el estado en que estaba, chasqueo la lengua con fastidio.

Estaba completamente un desastre al igual que el chico que se encontraba viéndolo inocentemente ladeando la cabeza, a pesar de que también estaba manchado de sangre.

—¿Porque no te fuiste? —pregunto Yoongi—. Había tardado demasiado, debiste haberte ido cuando pudiste.

—¿A donde podía ir? —pregunto Jimin.

—A donde sea, la pequeña ciudad cerca de este bosque, pedir ayuda en la carretera o no lo se —hablo Yoongi sin entender al grisáceo—. Tu has vivido aquí más tiempo que yo, debes conocer a alguien.

—El único lugar que conocía ahora esta destruido —respondió Jimin exprimiendo su ropa—. ¿A donde podía ir?

Yoongi quien se encontraba con el ceño fruncido, pronto borro su expresión mirando al grisáceo.

—¿Acaso nunca has salido de esa casa?

Jimin se quedo mirando al pelinegro sin responder, pero con eso ya lo decía todo. Jimin no conocía más que arboles, nada más que el bosque, no había hablado con otra persona que no sea su padre y ahora Yoongi, no sabia como era todo mas allá del bosque, no sabia nada, ni algún otro lugar al cual ir. El pelinegro no sabia como había estado viviendo el grisáceo, pero ahora la culpa lo carcomía por meterlo en ese problema.

CREADO | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora