La situación desde ese día en la estación de tren ciertamente se está volviendo más tediosa, cosa que empiezo a odiar. La mayor parte del tiempo siempre mencionan a Roier para todo.
Odio la mención de ese nombre, pero desde ahí ya no tengo el control de ellos. Son tan odiosos como unos niños pequeños que se apartaron de su madre.
En la última salida, antes de la estación de tren, trataron de llamar a Roier para que él llegara a una salida que era completamente privada. No debía por qué estar ahí. Pero claro, Vegetta siempre hace lo que le digan sus malditos huevos.
Y ahora, mientras desayunamos, Vegetta llama a Roier para que también desayunara con nosotros. Lo milagroso de esta parte es que Roier no atendió el teléfono y quedó como payaso ante su llamada.
Después de eso no hubo ninguna otra distracción, a lo largo del día empezó a ir como cualquier otro. Desayunar, ayudar a la gente de la ciudad, pasear, comer... Nada del otro mundo. Si no fuera por Rubius, quería comer en un restaurante bien caro y tuvimos que quedarnos a limpiar el restaurante por falta de dinero.
Terminando todo eso, ya teníamos todo el maldito día libre. Esto está jodido. Mi cabeza empezó a doler desde la mañana y ahora tengo que soportar personas que me estarán fastidiando con lo mismo de siempre. Hasta parece que les pagan para fastidiarme.
Me siento en una roca cercana, los demás también, cierro mis ojos para esperar todos los gritos y aullidos de personas mayores. Apenas nos acomodamos correctamente, empieza el primer idiota.
-Hey, quién llama a Roier.-Luzu empieza, presiono mis ojos que ya estaban cerrados desde antes.-Creo que Vegetta tiene su número.
-¡Sí! ¡Llamen al novio de Quackity! ¡No para de tener mal humor desde la mañana!-Ahora mi mandíbula se presiona ante la voz de Alexby... Pero de verdad, Alexby. Cómo puede decir esas cosas, él, del que menos esperaba.
-Sí, Alexby tiene razón, Quackity sin Roier es insoportable.-Se crea una vena en mi frente por la furia y fuerza con la que estoy presionando toda mi cara.-Llamenlo ya. Que a Quackity le gusta y lo necesita.
-¡Ya cállate, oso de mierda! ¡Roier no me gusta! ¡No lo quiero aquí!-Grito ante la impotencia de no poder parar las miles de cosas que dicen.
Todos se quedan en silencio, nunca les había gritado, y menos a ellos que se ofenden rápido. Mi pecho sube y baja con rapidez, suspiro.
-Patito... Esa el la segunda etapa para la aceptación, ira. Ya díganle que está enamoradisímo y no lo sabe.-Lloro internamente. Esto nunca va a funcionar.
-¡Que no me gusta, hijos de verga! ¡Cómo me caga que me digan mamadas! ¿Qué? ¿Tienen un pito atorado para que me digan puras mamadas? Hijos de la chingada...-Trato de no escucharme agresivo, sin embargo, es todo lo contrario, me escuché sumamente agresivo.
Ellos empiezan a reírse, es que nunca se cansan de hacerme bullying o qué.
De repente, un tono de llamada hace a todos mirarme, saco mi teléfono de lo más normal, seguramente sea Missa o Spreen. Últimamente estoy hablando con los dos hermanos, realmente agradezco su llegada.
Miro el número en la pantalla, mi corazón se detiene ante el nombre. Es Roier... Un escalofrío llega por toda mi espalda, nunca me esperé esa llamada. No sentí ni cómo mi rostro se había enrojecido.
La emoción sube por todo mi cuerpo, todos empiezan a gritar de emoción. Hasta parece que los demás están más emocionados que yo. Todos me dan codazos para que conteste la llamada.
Contesto rápidamente. Los demás se acercan a mi teléfono para escuchar más de cerca. Donde pude volver a escuchar su voz después de un mes sin hablar con él.
-Hola, Quackity.-Dice Roier, parece un poco nervioso.
-H-Hola... Roier, ¿Q-Qué pasa?-Malditos tartamudeos, en un momento en los que menos los necesito.
-Bueno... Te llamé para saber si quieres salir este fin. Quiero disculparme por si fuí un idiota, realmente no fue mi intención alejarte de mi. Espero aceptes mi invitación, extraño hablar contigo.-Sus palabras me hacen sonrojarme más. Sonrio, siempre tiene que llegar en el momento en el que menos tiene que llegar.
-Claro, Roier. Dime a qué hora y yo estoy ahí.-Respondí un poco nervioso. Todos se habían sorprendido en ese momento.
-Ah, sí. Yo te mando los detalles por mensaje, gracias por aceptar, patito...-Él cuelga la llamada rápidamente, mi mano tiembla cuando bajo el teléfono de mi oreja. Lo quedo mirando antes de sonrojarme aún más.
Todos estamos en shock. Realmente nadie sabe qué decir. Fue muy inesperado. En cuanto sonrío y llega un mensaje en mi teléfono, los españoles de mierda empiezan a aullar cómo lobos.
-¡Cierren la boca!-Les grito avergonzado, aunque no hay nadie en los alrededores, no es el momento para parecer lobos.
-¡Pero miren quién está enamorado! ¡El maravilloso Quackity está en busca de un príncipe azul! ¡Y el príncipe azul lo invitó a una cita!-Vegetta tararea, moviendo sus brazos de un lado a otro.
-¡No es una cita! Dijo que quería disculparse... ¡No es por otra cosa!-Me enojo una vez más.
Todos empiezan con sus burlas, entonces sólo camino a casa, que no está tan lejos de aquí, mientras miro el mensaje que mandó Roier.
Los demás gritan, no pueden parar estos abuelitos.
No sé cómo sentirme, una parte de mi sí está emocionada. Pero sólo será por que no lo he visto desde hace un mes, aunque sea muy poco tiempo, realmente lo extrañé.
Sí, sólo será eso.
Anhelo.
[𝐻𝓎𝑒𝓃𝒯𝑜𝑜]
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Etapas para la aceptación - Spider(Bear)Duck
Fanfiction𝙀𝙩𝙖𝙥𝙖𝙨 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙡𝙖 𝙖𝙘𝙚𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤́𝙣. Ni Roier ni Quackity aceptan los sentimientos que tienen mutuamente. Lo niegan rotundamente porque los dos creen que son amigos, no lo aceptan ni con sus amigos más cercanos. Entonces, el grupo de am...