Ya era de noche pero el calor todavía era abrazador cuándo alcanzamos al fin cruzar el campo de Beerman y nos abriamos paso por el terraplén en dirección a las vías del tren que debíamos cruzar para alcanzar nuestro destino.
Llevábamos unas dos horas caminando, con algunos parajes para poder tomar agua, lo que era un problema ya que solo Dave y yo habíamos llevado cantimploras, debíamos racionar hasta llegar al basurero donde podríamos rellenarlas.Detrás nuestro había quedado el pueblo entero, todavía podían verse las torres de la fábrica textil que lanzaba el último humo gris plomo del día contra el cielo.
De nuestro lado izquierdo, campo abierto y los establos abandonados desde la llegada de la estación de tren que nunca se terminó de construir, incluso en estos tiempos.
De nuestro lado derecho solo las vías que parecían infinitas hasta el pueblo vecino; y delante teníamos un poco más de campo antes del portón enrejado del basurero, pero desde atrás ya se podía vislumbrar el páramo, con sus árboles gigantes y sus arbustos casi tan altos como nosotros.
Sin embargo ese era solo el principio, si queríamos llegar al mediodía hasta dónde reposaba el supuesto cuerpo de Ray teníamos que movernos, cruzar un pantano y rodear los bordes de un acantilado empinado.-solo tenemos agua, Graham, deberíamos haber traído algo para comer
-están las tiendas de beerman por allá, si todos tenemos algo de dinero podriamos ir antes de que cierren y...
Dave y yo estábamos tan ensalsados en nuestro debate acerca de la poca planificación de la excursión que no nos habíamos percatado de que Alex y Damon se habían quedado en las vías recien cruzadas y peleaban acaloradamente
-¡salí de las vías! ¿sos idiota?-gritaba Damon
Alex decia algo acerca de la vida eterna, del autocontrol y la forma en la que las cosas se daban pese a los deseos de uno; el problema era que lo hacía en plena vía, con el tren a muy pocos metros.
Corrimos hasta ellos intentando que Alex salga de las vías pero el tren, que era de carga, estaba cada vez más cerca suyo, así que Damon corrió cruzando las vías y empujandolo del otro lado lo sacó de ellas.
Ambos cayeron del lado lateral al segundo en que el tren nos cruzaba, de alguna manera, de una manera muy literal, le salvó la vida.
El resto del camino hasta el basurero fue en silencio a excepción de los gritos de Damon y Alex, que se quejaba recriminandole su complejo de superhéroe que yo no le veía nada de malo, de hecho me encantaba.
Llegamos al basurero y nos ayudamos entre todos para escalar el enrejado. Una vez los cuatro dentro nos encondimos detrás de la antigua cinta trituradora que ya estaba apagada para contar el dinero que había en total
-siete euros y monedas-dijo Dave con la plata de todos en las manos
-hay que apurarse porque todas las tiendas van a cerrar-dijo Damon dibujando sobre la mugre del suelo con la navaja que llevaba siempre
-¿vamos todos?-pregunté
-no, va a ser sospechoso, debería ser uno solo
-yo no voy, por acá conocen todos a mi papá y dije que estaría en casa de Graham-dijo Dave
-¿de Graham?-preguntó Alex indignado
-si decía que iba a la tuya no iba a recibir permiso
se veía venir una discusión nueva que de seguro involucraba a la madre de Dave y ciertamente no había tiempo, asi que Damon intervino
-cara o cruz y el perdedor va
-pero somos cuatro-le dije. él sacó una moneda y dijo que lo haríamos primero él y yo, luego los otros dos y los perdedores de ambos grupos por último
Así fue; de nuestro grupo perdí yo y del de ellos, Alex.
cuando fue el turno de Alex y yo, perdí nuevamente-no es justo, yo traje el agua, debería ir Alex
-Graham ¿nunca vas a dejar de ser tan cagon?
-no es just...
-puedo ir yo, dame el dinero-dijo Damon
Sin embargo la charla inconclusa de horas antes me había molestado, yo no era un cagon ni necesitaba que Damon me protegiera las espaldas siempre, así que me adelante, tomé el dinero y volví a saltar el portón.
La pesadez del verano empezaba a volverse amable, era totalmente de noche, una noche oscura que recién empezaba para nosotros.
Llegué a las tiendas de Beerman y compré algo de pan y malvaviscos además de algunas Coca-Colas.
Al momento de pagar, el de la tienda me reconoció y cómo cualquier otra persona que me conociera, me hizo el mismo comentario-terrible perdida, la de tu hermano, ese chico iba a lograr cosas grandes
le dije que sí, que le extrañaba y le hice frente a la innegable pregunta que todos tenían para mi:
-no, a mi no me gusta el béisbol, yo voy a ser escritor
Ignore la cara de disgusto, pagué lo que había comprado y volví al basurero, saltando de nuevo el portón; sin embargo, mis amigos se habían ido.
Los busqué y los vi a algunos metros, del otro lado, saltando el alambrado que daba al camino del páramo.
Empecé a caminar hasta ellos y entonces entendí de que huían, Buck, el perro vigilante, los había visto.
Nunca tendré los años suficientes para olvidar la adrenalina y el terror que sentí en esa noche de verano, corrí como nunca con el enorme doberman tocando mis talones y mis amigos alentandome, o riéndose de mi, o ambas cosas.
Cuando llegué hasta ellos me ayudaron a escalar y sin querer perdí una botella que reventó entre las patas del perro, pero al menos logré saltar del otro lado en una sola pieza.
-la reventada es tuya-me dijo Alex arrancandome su botella de las manos
Dave tomó la suya y el resto de las cosas y me quedé con una botella en la mano, que le di a Damon.
él la tomó y mientras los otros adentraban al páramo, la abrió. Le dio un trago, colocó su brazo en mis hombros y me impulsó a caminar a su lado.-la compartimos, Coxon-dijo convidandome
Los cuatro nos pusimos en marcha sin parar algunas horas más, hablando de estupideces, riendo, fumando e ignorando completamente lo aterrador que era ese páramo de noche, con un cuerpo humano esperando por nosotros.