-"No hay un solo dia en que no piense en todos ellos, y no hay un solo dia en que no los extrañe, jamás volví a tener amigos como los que tuve a los doce años"
Estoy sentado en el escritorio. los ojos me pesan, estuve escribiendo esta historia, la más importante de mi vida, durante toda la noche, y desvelarme hoy, con 36 años no es igual a cuándo lo hacía aquél entonces, cuándo me metía bajo las sábanas a leer historietas con una linterna.
En todos estos años he escrito cientos de historias. Mis libros me han llevado a recorrer el país y próximamente el mundo y sin embargo acá estoy, escribiendo lo más íntimo de mi alma y temblando como una gelatina porque no hay crítico que me asuste más que él.
-¿es malo?-le pregunto y lucho con mi manía de morderme las uñas, un hábito de mierda
-¿malo?-pregunta levantando una ceja-¿como va a ser malo? sos el mejor escritor del pais
-Damon...-me quejo porque me avergüenza, aunque adoro cuando dice eso
Él sonríe. tiene la misma sonrisa de siempre pese a que ahora es la de un hombre y deja mi nuevo manuscrito sobre el escritorio.
se sienta sobre éste, al borde de la máquina de escribir, y me besa. los besos de Damon me siguen provocando lo mismo que a los doce, los veinte o los veinticinco-estoy casado con el mejor escritor del pais y vas a tener que vivir con eso
-bueno, bueno-le digo apoyando las manos en sus piernas-¿entonces es bueno?
-es muy bueno, solo que ¿no deberías cambiar los nombres?
-ellos ni deben leer mis libros
-ellos se lo pierden-dice tomando mi mano y jugando con mi alianza-lo mejor de esta historia es que yo tenía razón-agrega feliz
-¿en que?
-algún dia nos ibas a usar en tus historias
eso me hace reír porque es cierto, tengo bloqueos de escritor más seguido de lo que quisiera.
sin embargo no importa, siempre que lo tenga a él junto a mi y a todos los recuerdos vivos en mi mente, las memorias de la infancia que me hicieron el hombre que soy.