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Era cerca de las dos de la mañana, según los recuerdos de mi mente, cuando decidimos parar a cenar y dormir.

Armamos las bolsas de dormir y prendimos una pequeña fogata, era tarde, estábamos muy dentro del páramo, y hacía frío, las copas de los árboles formaban sombras grandes y oscuras en el suelo.

Comimos pan, yo soportando las quejas por no haber comprado algo más para acompañarlo, y luego calentamos malvaviscos en el fuego.
Damon estaba a mí lado mientras Dave sobrecargaba su rama de varios malvaviscos

-es para todos, nos vas a dejar sin comer-protestó Alex que hacía horas parecía estar sumergido en una especie de éxtasis frenético

-claro que no, solo...

La rama de Dave se partió por la mitad y los malvaviscos cayeron sobre el suelo quemandose inmediatamente, lo que bastó para que todos nos burlemos de él en la oscuridad interrumpida por el crepitar de la fogata.

Media hora más tarde habíamos terminado con nuestra cena escasa en nutrientes y excedida en azúcares y cada uno tenía su cigarrillo entre los dedos, todos imitabamos a nuestros padres después de comer.

-contanos una historia-me pidió Alex de pronto

yo era bueno, muy bueno inventando historias y escribiendolas, era el mejor en clase de literatura y prácticas del lenguaje lo que me valía varias burlas por parte del resto de la clase, pero no de mis tres amigos, nosotros nos alentabamos en todo

-claro que no-dije, amaba escribir, amo escribir y aún hoy el sentimiento es el mismo, me avergüenza, supongo que las críticas de mi padre han calado más hondo de lo que yo creía

-sos bueno con tus historias, Grah, solo pensa en una-dijo Damon mirándome

Damon me daba cierta tranquilidad que no me daba nadie más, yo podía equivocarme y decir estupideces y sabía que él seria el único en no reírse de mí.

-que no sea de terror, no podría soportarlo-dijo Dave, que por supuesto era el único de nosotros que venia de una familia normal, su mamá lo consentia mucho

-bueno-dije apagando mi cigarrillo mientras pensaba algunos detalles-¿saben la historia de Charly Decker?-les pregunté mirandolos a cada uno; cuándo llegó el turno de Damon él me sonrió y negó con la cabeza, solo él conocía el momento exacto en que los engranajes de mi mente empezaban a girar

-¿Charly Decker?-preguntó Dave-como Sam Decker, el de sexto, podría ser su hermano...si tuviera uno

-callate Dave-le dijo Alex golpeando su brazo

-Charly Becker era un chico de sexto también, pero él no tenía hermanos, era hijo único y estaba sentado en el último asiento del salón. Por el altavoz fue llamado por el director y él se levantó, sabiendo que todas las miradas estaban sobre él

-¿se metió en problemas?-preguntó Dave, parecía sugestionado

-¿problemas? más que eso-le dije-Charly había golpeado a un profesor de química algunos meses antes con una llave inglesa, casi lo mata...

Por los siguientes quince minutos los sumergi a todos en aquélla historia inventada en el momento sobre aquél alumno que estuvo a punto de cometer una masacre escolar, pensándolo tal vez fue algo morboso, pero sirvió en ese momento, todos parecían encantados, o intrigrados, u horrorizados.

Seguimos hablando de cosas indistintas, ensalsandonos en debates, como cuál chica era la más linda de la clase, o que clase de animal sería goofy

-no entiendo que estamos debatiendo chicos, Goofy es un perro

OtoñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora