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Puse mí ojo en ti

Se sintió como un chorro de agua helada imaginaria chocaba con sus espaldas al momento de encender la vela, la luz cálida de esta dejaba ver con mejor claridad esa figura masculina rompiéndose en frente de ambos y apretando con fuerza las trenzas que adornaban su cabeza como un intento de bajar la intensidad de esas emociones que lo ahogaban poco a poco, al principio Ao'nung disfrutaba de la molestia y el llanto del hermano menor de los Sully, pero con el tiempo hasta la actualidad la relación acompañada del cariño entre ambos le hacía sentir una fuerte incomodidad al verlo así, aunque intentaba no pensar en como estaría su preciosa hermanita en estos momentos también. El mayor de los dos se apresuró rápidamente a dejar la vela en manos de su pareja para ir hasta el lado de su pariente, rodeándolo cálidamente con sus brazos en un abrazo que desprendía todo el amor y tranquilidad del mundo para que dejara de llorar así, miró al otro chico parado haciéndole señas de que les pasará un vaso con agua y se acercara, este obviamente hizo caso al pedido.

Después de un largo sorbo que dejó vacío totalmente el recipiente y unos cuantos ejercicios para calmar esas emociones que no dejaban su corazón latir con normalidad, por fin pudo calmarse al menos un poco como para poder decir lo que estaba pasando, aunque era algo que los mayores ya se estaban suponiendo, por lo que se sentaron a sus lados con palabras de ánimos para que pudiera contarles todo y supiera que ellos estaban ahí para él como hermano mayor y mejor amigo de todo el arrecife.

- Bien, les contaré todo...

Narración de Lo'ak

Como sabrán a mí me tocaba dormir con Rotxo y a Tsireya con las chicas, pero con consentimiento de todos él aceptó cambiar de lugar para que nosotros pudiéramos tener un tiempo juntos, tenía planeado decirle ya de una manera más seria que quería estar con ella cómo su novio o todo lo que quisiera, entonces cuando estábamos seguros de que nuestros padres estaban durmiendo quedé solo en la cápsula hasta que llegó pasando por la entrada intentando no hacer ningún ruido y viéndose tan hermosa como siempre, aun con su cabello suelto dejando ver lo desordenado que podía ser y con ese pijama tan tierno, estaba seguro de lo que iba a hacer esta noche. Nos recostamos juntos en la hamaca que me pertenecía a mí para simplemente mirar el techo y hablar de cualquier cosa, la respeto tanto que no nos besamos a no ser que ella sea quién da indicios de esa intención, habrá pasado una hora cuando por fin nos miramos a los ojos y tomé sus manos.

- ¿Lo'ak? ¿Pasa algo?

- Sí, hay algo que quiero decirte desde hace bastante tiempo -Tragué saliva.- Sé que nunca hablamos mucho de esto y tampoco quise obligarte a oficializar algo cuando ambos estamos bien así, pero después de ver a nuestros hermanos ser felices juntos y disfrutando de su amor sin importar nada más, creo que nosotros también deberíamos seguir ese ejemplo

- Yo...

Pude notar aún con la poca iluminación que entraba por la ventana, ese sonrojo en sus suaves mejillas acompañado de un brillo en sus ojos, la forma en la que mi corazón empezó a latir, creo que hacía obvio lo seguro que estaba de lo que decía, aunque bastante nervioso igual.

- Te veo, Tsireya -Me acerqué más a su rostro.- Sé que tú eres una princesa metkayina y yo un simple chico del bosque, pero por ti puedo ser lo que sea con tal de que aceptes estar hasta nuestros últimos días conmigo

- Ya sabes cuál será mi respuesta siempre...

Tomó mi rostro con ambas manos y me besó con toda la dulzura del mundo, obviamente no me iba a negar, entonces coloqué mis manos sobre sus caderas dónde continuaron un largo rato y es algo incómodo darle más detalles, así que solo diré que se fue poniendo más personal cada vez más, no estábamos del todo seguros ninguno de los dos, pero de un momento a otro estábamos a punto de... Unirnos con el Tsaheylu, sé que no está bien hacerlo así, pero antes de que pasará algo fuimos interrumpidos cuando entró Tonowari molesto y que estoy seguro de que lo puso aún peor vernos así. Rápidamente, nos separamos y tomó a Reya de los brazos para llevarla a su lado gritando, yo me acomodé como pude y lo único que recuerdo después de eso son sus palabras antes de que se la llevara de allí "No eres alguien digno de una princesa como mi hija, pensé que era algo que sabías, pero te lo voy a recordar, tienes prohibido todo tipo de acercamiento íntimo con Tsireya", quedé solo sin saber qué hacer mientras solo escuchaba los llantos y gritos de mi amada mientras era arrastrada hacia otro lugar, no me atreví a ir detrás de ella, ya que no quería meterla en más problemas.