A todas las victimas dela cruenta realidad, a los fatigados y oprimidos de la injusta existencia, los que avanzan sin caminar, entre balas, entre ruinas.
A nosotros, los pocos caballeros, soñadores de utopías, nobles, blandos de carácter, los pocos capaces de entender el sangriento corazón de un herido; Los que lloramos por el que no pueden llorar, la voz de los mudos, la vista de los ciegos, los pies del paralitico.
A los que no ven el fin, y tampoco el inicio. Los que ven al horizonte esperanzados, a quienes les alumbra la luna. Ya que podemos ver la virtud de algo, su miseria y también sus lagrimas, la vergüenza que causa algo, el siglo olvidado, el monstruo acomplejado, la muerte pálida, el amor de verano pasajero, la esfinge ancestral, todo ello representamos.
A ustedes los de noble misión, a nosotros los de santa inspiración, a los únicos que bajamos al infierno, apoyamos al que llora, enaltecemos al caído. No tenemos a nada, ni al cuervo, ni a judas. A ellos aplaudo, un aplauso a nosotros, a los hijos de apolo, a los poetas.
