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Takemichi miro al rededor era un lugar que conocía, estaba frente a un grupo de padre de familia hoy era un día importante, pero Ryoko no podía venir así que Takemichi se sentó y miro a su hermanito que estaba sonriendo feliz.

Take era un espectador de ese momento que era feliz, Baji corrió mientras sostenía una carta en las manos junto a una flor hecha de papel, los demás niños hicieron lo mismo para sus madres.

El oji-azul miro como Keisuke sonriera mientras se lo entregaba también decía que fue difícil hacerlo en secreto pero lo logro.

Aunque no sabía que su hermano había estado dando todo lo que necesitaba sin que se de cuenta.

- Baji: Eres lo más importante para mí -- hablo con una sonrisa antes de alzar otra carta -- pero está es para mamá cuando venga de trabajar ella también es importante -- hablo con un ligero sonrojo al ver que las demás señoras sonreían

Aunque Takemichi jura que solo lo están haciendo por burla o tal vez porque hoy es un día especial, ya que se ha olvidado la cantidad de veces que ha tenido que bajar la cabeza en una disculpa.

- Take: Mamá estará feliz, con cualquier cosa que le des -- hablo para revolver los cabellos negros

Takemichi lo miro todo sin expresión eso era su pasado uno que ya desecho uno del cual se olvidó, se dió la vuelta sin volver a mirar antes de salir del aula.

El sueño se transformó de nuevo está vez era cuando Keisuke se lastimo la palma de la mano.

- Keisuke: Yo no luche -- hablo con una voz entre susurros

- Take: Pero no te dije que te lastimes a ti mismo -- hablo preocupado para colocar la gasa antes de vender la herida

Take le había dicho que no luche que intente controlarse, Keisuke lo logro pero para aguantar el enojo se lastimo la mano.

- Take: Prefiero disculparme mil veces antes de verte herido lo sabes, incluso si no puedes ven a mi y yo siempre estaré esperándote -- hablo con un suspiro para abrazar el cuerpo pequeño

Takemichi soltó un suspiro tembloroso ahora que recuerda todos sus sueños o recuerdos están cerca de Keisuke solo los últimos momentos no lo son.

Cuando ingreso al reformatorio esos sueños tienen que ser sangre, luchas, supervivencia, drogas, secuestro, asesinato.

Son sueños que estaba acostumbrado, después de todo matar y ver morir era tan natural como comer ahora.

- Take: Esto es molesto -- susurro al aire antes de querer despertar no aguantaba sus propios sueños

Takemichi se cubrió los ojos parecía que lloraría pero no lo hizo, aguanto sin ver a Keisuke que en sus sueños era un niño tan lindo.

Keisuke su pequeño hermano a estas alturas ya tiene que haberse enterado de su muerte, aquel niño que tanto ama.

- Take: Bueno, es hora de salir, los sueños son solo sueños, porque perder el tiempo -- susurro antes de buscar una manera de despertar

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Take sintió un ligero dolor de cabeza al despertar, le dolía los ojos también, así que no lo abrió aguanto un momento.

Frunció el ceño, una punzada de dolor vino desde la cabeza que casi lo hace quedar inconsiente otra vez.

Cuando por fin se acostumbro al dolor que venía por oleadas soltó un fuerte suspiro claro para él.

" Al fin " pensó con alivio sin importar la cantidad de dolor que sentía

Ya no estaremos solosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora