𝐗𝐈. he too

870 83 12
                                    

capítulo once: él también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

capítulo once: él también

Always surprised by what I do for love . . .

San Diego, 2019

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

San Diego, 2019

ᅳ¿Perdiste a tu copiloto?

Aquellas cuatro palabras hicieron que se separase de mí al instante. Estábamos teniendo una bonita sesión de besos y caricias, pero yo tuve que arruinarla con aquella pregunta. Pude ver la mirada abrumadora que iba creciendo poco a poco en sus ojos. Se incorporó un poco, sentándose bien en el sofá.

ᅳSí. Hace mucho tiempo.

Apreté mis dientes, preguntándome si debería contarlo. Llevaba tanto tiempo ahí metido que solo necesitaba un pequeño empujón para sacarlo todo. Que Maverick hubiera perdido también a su copiloto me transmitió una especie de confianza. Tragué fuerte y hablé.

ᅳYo... perdí a mi copiloto también ᅳmusité. Pete entreabrió la boca y entrelazó nuestras manos, yo evité el contacto visual con élᅳ. Y nunca he hablado de ello con nadie, pero creo que necesito hacerlo, y creo que ahora y contigo es el mejor momento.

ᅳTe escucho.

Aquellas dos palabras fue lo único que necesité para soltarlo todo. Absolutamente todo. Estuve casi quince minutos sin dejar de hablar, contando toda aquella historia desde principio a fin. Desde que Holly y yo hablamos por primera vez hasta la última vez que pensé en ella.

ᅳY sé que me exculparon, pero, me siento culpable igualmente ᅳsorbí mi nariz, perdiendo la voz en mitad del llantoᅳ. Han pasado dos años y aún no soy capaz de superarlo.

Maverick me abrazó, acurrucándome contra su pecho y meciéndome un poco. Noté sus besos contra mi coronilla y sus brazos alrededor de mi cintura. Su pecho subía y bajaba incluso más rápido que el mío. Él no dijo nada, tampoco tenía que hacerlo, solo el hecho de que me dejara mojar toda su camiseta durante tanto tiempo era suficiente.

Me separé de él, atreviéndome a mirarle a los ojos. Pude ver que él había soltado unas lagrimitas, pero nada comparado con como estaba yo, con los ojos y la nariz terriblemente rojos.

ᅳDaisy, han pasado más de treinta años desde la muerte de Goose y tampoco soy capaz de superarlo ᅳacunó mi cara entre sus manos, limpiándome algunas lágrimas atrasadas.

ᅳLo siento ᅳfue lo único que se me ocurrió decir.

ᅳNo te preocupes ᅳme regaló una sonrisa reconfortante y yo se la devolvíᅳ. ¿Cómo lo supiste?

Ah, sí. Ahora tenía que contarle eso.

ᅳRooster me lo contó ᅳle dije. Me mojé mis labios y le miréᅳ. Él... lo descubrió.

Toda su expresión cambió, pasó de estar preocupado por mí a estar preocupado por él.

ᅳ¿Qué? ᅳNoté el miedo.

ᅳNos vio después del funeral y debió atar cabos ᅳdije, con un hilo de voz.

Él se separó de mí, apoyando sus codos sobre sus rodillasᅳ ¿Cómo reaccionó?

ᅳEstaba enfadado. Dice que estoy cometiendo una estupidez.

Pete se levantó, pasando una mano por su rostro.

ᅳPuede que sí lo estés haciendo ᅳNo pude creer que estuviera diciendo aquello. Fruncí mi ceño y también me puse de pie.

ᅳ¿De qué hablas?

ᅳ¿No crees qué que nos hayan pillado tan pronto es una señal para que paremos? ᅳsiseó. Lo miré, incrédula.

ᅳ¿Pero de que estás hablando? ᅳrepetí, sin poder creer aquelloᅳ. O sea, me follas, yo me abro a ti contándote algo que me lleva atormentado dos años porque creí que me comprenderías, ¿y tú me hablas de señales?

Giré un poco mi cuerpo, queriendo irme de allí ya. No quería enfrentarme a aquello, no me apetecía discutir con él.

ᅳConocías los riesgos de estar conmigo ᅳsiguió. Hablaba y parecía que solo había sido yo quien había jodido aquelloᅳ. Ahora que nos han pillado... lo sensato es parar.

Me reí. Pero porque no supe que más hacerᅳ ¡Ah! ¡Qué fácil, no!

Ahora si que me giré y fui hasta la cocina. Abrí la nevera y saqué una cerveza, de la forma más violenta que pude. Maverick me siguió.

ᅳDaisy, sabes que tengo razón.

ᅳPero no por eso deja de doler ᅳse me quebró la voz a la mitad de la frase. Estaba llorando. De nuevoᅳ. Me gustas. Mucho. Y pensaba que yo te gustaba a ti tanto como tú me gustas a mí.

Tuve suerte de no trabarme con aquella frase. Dejé la cerveza sobre la mesa y me tapé los ojos con las palmas de mis manos, practicamente obligando a mis lágrimas a no salir. Noté el contacto físico de Pete. Me estaba abrazando. Instintivamente, envolví mis brazos alrededor de su cuello y me hundí en él. A los pocos segundos levanté mi cabeza, en busca de sus labios. Pero él me detuvo.

ᅳNo te equivoques, Daisy. Quiero estar contigo, pero-

ᅳPero no podemos ᅳme separé de él, sin mirarle. No podía mirarleᅳ. Entonces vete. Eres mi capitán, esto está fuera de lugar.

Se que le dolió aquello. Caminó unos pasos y se detuvo.

ᅳNo quiero irme.

ᅳPara ᅳnegué para mi mismaᅳ. No hagas eso, Pete. No juegues conmigo. Si quieres irte, vete. Si quieres quedarte, quédate. Pero no cambies de opinión cada vez que estés a punto de perderme. Prometiste no jugar conmigo.

Me limpié varias lágrimas.

ᅳ¿Puedo quedarme? ᅳaguantó la respiración.

No tardé en contestar.

ᅳSí.

Y ahí lo supe; yo me podría estar enamorando, pero él también.

Y ahí lo supe; yo me podría estar enamorando, pero él también

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

nora is (s)talking . . .

un poquito de angst porque eso siempre mola

estoy obsesionada con esta historia, honestamente. no puedo parar de escribirla

además ya quedan pocos capítulos voy a lloraaaaarrrr

no os olvideis de votar y comentar

os amo<22

LUNA MOTH ⋆ pete 'maverick' mitchell. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora