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capítulo cuatro: pensamientos de humo
And he grabs me, he has me by my heart . . .
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San Diego, 2019
Acabábamos de contemplar como Rooster y Maverick se enzarzaron en una especie de pelea en el aire, con Hangman preguntándose que pasaba entre ellos dos. En realidad, todos nos lo preguntábamos. Vi como Rooster salía del avión, claramente molesto. Caminé hasta él, que estaba empezando sus flexiones
ᅳ¿Qué ha sido eso? ᅳdije, frunciendo mi ceño y agachándome hasta quedar a su altura. Él se detuvo.
ᅳRetiró mi solicitud ᅳsoltó, sin ningún tipo de contexto.
ᅳ¿Quién? ᅳindagué.
ᅳMaverick ᅳdijo, serioᅳ. Me hizo perder años.
ᅳ¿Y tú se lo devuelves casi matándote? ᅳalcé mis cejas. Vi como desviaba su mirada, aumentando su molestia. Suspiréᅳ. Mira, entiendo que te jodiera y no tienes que perdonarle si no quieres. Pero no dejes que eso defina como pilotas.
ᅳEso no importa, no me mandará a la misión ᅳinsistió.
Me senté, soltando un suspiro largoᅳ Eso no lo sabes.
ᅳSí lo sé. Creeme.
Apreté mis labios.
ᅳEstá bien ᅳme incorporéᅳ. Haz lo que te parezca mejor, Rooster. Si quieres estrellar tu avión por orgullo, me parece perfecto.
No esperé a que me respondiera.
✿✿✿
A veces me sentía como si la realidad me diera una bofetada. Recuerdas algo, lo que sea, pero no se siente real. No eres consciente de que es real, de que tu mejor amiga está muerta. Intentas no culparte por ello, pero se te hace imposible porque si no te hubieras empeñado en ir a aquella misión ella seguiría viva. Y sabes que te habían exculpado de todo delito, pero sabes en en cierto punto sí fue tu culpa.
