AMOR EN PELIGRO [KOOKMIN]

Capitulo 30🧧

Uno de los carros familiares se estacionaron enfrente de la mansión de los Jeon las pisadas de alguien bajando del auto, era Taehyung junto a su pareja y el pequeño cachorro, miraron el auto deportivo negro estacionado en la puerta de la casa, pero el silencio de la casa los alertó o bueno solo a Hoseok ya que el otro tenía una sonrisa de oreja a oreja el sabia que otra cosa estaba pasando haya arriba.

-Porque no le preparas un sándwich a Beom mientras yo subo por Jungkook y Jimin- bese sus labios para subir a la supuesta habitación ya que rogaba no perderse entre los pasillos-.

Cuando llegue al lugar que reconocí mis pasos se detuvieron ya que vía a una chica con un vestido rojo con escote parada espiando en la pequeña abertura de la puerta la cual parecía estar llorando, la mire un poco extraño ya que no la reconocía y Jimin nunca me hablaba de ella por lo que me acerque viendo como Jungkook asia la marca en Jimin, por lo que la tome de la muñeca y la jale afuera de ahí está soltó un pequeño grito que fue acallado por el mismo, como se atrevía a espiar a sus jefes no importaba la situación emocional en la que se encontraba eso no se hacía, ni bien bajo las escaleras ni siquiera se detuvo en la sala por lo que pidio a Hoseok que se quedará con Beom, no quería armar un escándalo con un niño presente y este quedará traumado por las cosas que hiba a decir porque ya sabía que esa chica se hiba defender con uñas y dientes por la forma es que soltaba fermonas de completa rabia, talvez era una de esas tantas amantes de la que le había hablado Jimin pero tampoco quería profundizar en el tema porque no era asunto suyo solo reprenderla un poco para que deje esa costumbre de estar espiando a parejas teniendo sexo.

-Oye suéltame idiota, sabes con quién te estás metiendo maldito entrometido- la dejé soltar está estubo a punto de caerse si hubiera ejercido un poco de fuerza-.

-Entrometido yo, no estás hablando enserio verdad porque hace un momento a la que ví espiando en la puerta de la habitación fue a tí- la chica se acomoda el cabello y la ropa mientras me mira- ¿Que es lo que sucede contigo?.

-No, que te sucede a ti no deberías entrometerse en los asuntos de los demás- se limpio las lágrimas que resbalaron de sus ojos- si puede ser que estaba espiando pero cuando yo llegue ni siquiera sabía que ellos estaban asiendo eso, talvez me quedé mirando pero fue porque en verdad me sorprendió quedé en shock al mirara eso.

-Ah porfavor, si en verdad estuvieras sufriendo no quisieras evitar la vista de ellos porque yo así lo haría, lo que pasa es que eres una pervertida puede que Jung tuvo algo que ver contigo antes pero ahora recuerda que es un hombre casado que debes respetar- está soltó una risa seca-.

-Esto no es asunto tuyo así que te agradeceré que no te metas en mi camino, no me agrada gente metiche como lo eres tú.

-Oye en verdad eres insoportable ahora entiendo porque el señor Jeon escogió a mi amigo- en ese momento la chica tenía la furia con su mirada- así que lárgate de aquí, se que no es mi casa pero no eres bienvenida a este lugar.

-Tu no me vas a estar ordenando nada- ahora está se dirigió a mi tomando mi cabello- estoy harta de todos ustedes parecen una plaga primero ese blanco y ahora tú al parecer tu amigo no puede defenderse el mismo.

-Estaba por dejarte ir, pero ahora que ofendiste a mi hermano y amigo no te lo perdonaré- este también jalo de los cabellos de la chica con la fuerza comenzando una pelea-.

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El parecía un pequeño ángel durmiendo a mi lado admiraba cómo la marca, mi marca estaba en su piel después de tanto tiempo por fin pude reclamarle como mío y eso me asia sentir bien, solo con el he podido sentir estos sentimientos de protección y amor no solo de mi parte porque al parecer a mi compañero le agradaba tal idea después de tanto tiempo lo sentía tan ferviente cómo nunca lo había estado, también pude apreciar las marcas que había dejado en su cuello y cuerpo ya que la sábana solo cubrían su cintura con debajo de sus muslos pero sus jugosas piernas al igual que su abdomen se miraba las Miles de marcas que estaban plasmadas en su piel, no pude controlarme mi Rut había llegado por lo que perdí por un momento la razón pero me encantaba como a pesar de que el decía que me detuviera sus caderas no paraban de moverse para buscar ese placer por lo que solo le hice caso a la necesidad de su cuerpo de nuestros cuerpos, la sensación de sentir como nos hacíamos uno, su cuerpo estaba echo para mí al igual que mi cuerpo reaccionaba al suyo y al momento en que nuestros cuerpos encajaban perfectamente a la hora del sexo sus gemidos tan seductores aún rodeaban por mi mente.