𝑬𝒍 𝑻𝒆𝒍𝑒́𝒇𝒐𝒏𝒐 𝑵𝒆𝒈𝒓𝒐: 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝑰 ✔️

Capítulo 6

Laura: Finney...¡Finney!

Susurra Laura mientras me despierto.

Finney: Mm?

Era lo único que podía decir, estaba exhausto y mi estómago crujía del dolor.

Laura: Nos trajeron la comida...

Abrí los ojos de par en par con dificultad y trate de levantarme lo más que pude, solo quedé medio sentado acostado a la vez.

Estaba afincado de mis codos en el colchón y el resto de mi cuerpo acostado, dando la visibilidad de la charola de plata.

Otra vez.

Huevo con pimienta y refresco.

Que asco.

Laura: Como siempre, te daré de mi

Finney: Gracias, te estoy dejando sin comida...

Digo en tono burlón lo que provoca que ella se ría a carcajadas.

Laura: A mi no me importa la verdad...

Finney: Después te importará...

Laura: Seguro que no.

Estaba esboza una sonrisa satisfactoria y empieza a comer.

Agarro un pedazo de su sándwich que tenía lechuga, tomate y queso.

Bebo de su bebida que es un jugo de naranja.

Laura: ¿Has tenido una relación?

Finney: ¿He?

Me había ahogado con un poco de jugo y esta se sorprende.

Laura: ¿Pregunte algo malo?

Finney: No, He...

Laura: Si quieres no es necesario que la respondas...

Finney: Nono, tranquila, este...Nop, no he tenido ninguna hasta ahora...

Laura: A ok.

Finney: ¿Y tú?

Laura: Tampoco he tenido una...

Finney: A...¿Porqué preguntaste sobre eso en medio de nada?

Laura: Porque me acordé y no se la verdad, me llamo la atención...

Finney: A bueno, yo pensé por otra cosa...

Laura: ¿He?

Finney: No nada, no dije nada.

Con esto cortamos la charla y seguimos comiendo, al terminar, voté la comida mía en el retrete y bajé la palanca.

Al terminar dejamos las charolas al lado de la puerta y nos sentamos en el colchón.

Laura: ¿Cómo sigue tu herida?

Finney: No siento tanto dolor, pero seguro se ve mal...

Laura: A ver, quítate la venda.

Procedo a hacerlo y mira la herida, ya había dejado de sangrar, ya se estaba cicatrizando.

Laura: Va bien...ponte de nuevo la venda.

Finney: Ayuda, por favor..

Ella me amarra la venda bien y se acuesta en el colchón, imitó su acción quedándonos mirando el techo juntos.

En silencio.