Capítulo 7

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Ya había pasado unos días sobre lo que había sucedido.

Estaba algo nervioso porque la noche anterior antes de dormirnos nos dijo que nos tendría una sorpresa en la mañana...

Finney: ¿Quieres abrirla tú o lo hago yo?

Esa caja me parece sospechosa...

Laura: Hazlo tú, tengo algo de pánico...

Finney: Pero acércate conmigo a la vez.

Una caja estaba al frente de nosotros, era grande y tenía un moño encima de color rojo carmesí, la caja era dorada y tenía una nota encima del moño.

Finney: Mi corazón está a mil...(susurro)

Laura: ¡El mío está el doble que el tuyo! ¡Y ni siquiera lo voy a tocar! (Susurra igual)

Mientras nos acercábamos más nos tensabamos, mis manos temblaban y al voltear a la dirección de Laura da un respingo y me hace una seña de que siga.

Al estar al frente de la caja miro por encima de mi hombro una última vez para recibir otra seña de Laura asintiendo.

Cuando agarro la tapa de la caja y la subo lentamente dejando a la vista su contenido....

Finney: Morimos...

???: ¡WAU WAU!

El perro que se encontraba adentro salió de su caja haciendo que los dos retrosedieramos, Laura gritando y yo paranoico.

Ese perro se le salía la baba y sus dientes eran súper afilados.

Sin duda era el mismo perro que le advirtió al secuestrador sobre mi escape.

Finney: No pierdas la calma. (digo lentamente)

Laura: Finney tengo miedo... (dice perdiendo la voz)

Finney: Solo acércate lentamente hacia mi. (digo susurrando)

Laura hace lo que le digo pero el perro la ve y se lanza sobre ella.

Empieza a gritar desesperadamente mientras recibía rasguños y mordiscos del perro.

Rápidamente empiezo a jalarlo de su collar alejándolo de Laura pero era imposible.

El tenía mucha fuerza.

Laura: ¡FINNEY! (Suelta en un grito ahogado)

Con todas mis fuerzas jale del perro quitandolo de Laura haciendo que toda su atención se centre en mi.

Sus ojos brillaron con la luz y hace un ademán de lanzarse a mi cuando una cadena de hierro empieza a jalarlo llevándolo a un rincón.

De repente se empieza a abrir la puerta de acero.

Dirijo mi mirada hacia Laura quien tenía toda la cara llena de rasguños y sangre. Sus ojos estaban llorosos y solo se escuchaba su respiración agitada junto con sus sollozos.

Secuestrador: ¡Sorpresa!

 𝑬𝒍 𝑻𝒆𝒍𝑒́𝒇𝒐𝒏𝒐 𝑵𝒆𝒈𝒓𝒐: 𝑷𝒂𝒓𝒕𝒆 𝑰𝑰  ✔️         Donde viven las historias. Descúbrelo ahora