TOO GOOD AT GOODBYES

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      Se había quedado sin palabras después de ese mensaje, la conversación entre sus dos amigos por suerte había continuado y él solo les dijo que estaba de acuerdo a todo lo que dijeron, no era como que Jaemin jamás se hubiese flechado por algún conocido, de hecho Jaemin le había hablado porque estaba interesado en Renjun y al darse cuenta de que no era su tipo desistió y dejó las cosas como amigos, por suerte no tenían ninguna incomodidad entre ellos y aunque se conocían hace relativamente poco tiempo se había adaptado muy bien a ambos y ahora los tres no se separaban.

     El punto es que no sabía cómo reaccionar a ello, porque si bien Jeno y él nunca tuvieron nada más que interés que resultó ser mutuo su mente le decía que lo correcto era mencionárselo a su amigo, para evitar algún malentendido, pero también pensaba que era ponerle demasiada atención a algo del pasado que no tenía nada que ver con el presente y no quería parecer entrometido o algo así.

     Ahora se encontraba en un dilema porque si no lo decía quedaría como un mal amigo, pero si se lo decía podría malinterpretarlo como una amenaza o algo así y lo que menos quería era que su amigo se sintiera inseguro al respecto, ¿qué haría una persona normal en su situación?  Ojalá pudiera saberlo.

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      No había dormido más de una hora y aunque en realidad no era nada novedoso para nadie su cuerpo empezaba a exigirle un descanso, se sentía tan pesado, más pesado de lo que ya era, sus pasos más lentos de lo usual y su energía completamente consumida, pero a la vez se sentía tan vacío, tan, pero tan vacío que si alguien lo partiera por la mitad seguro no habría nada, se estaba cansando de no poder deshacerse de ese sentimiento, antes aparecía cuando no hacía nada y lo ahuyentaba con comida, por eso había subido aún más de peso, pero ahora, ni toda la comida del mundo parecía poder llenarlo un poco o distraerlo del vacío.

      Por el contrario el vacío crecía, él sentía que se hundía cada vez más y no sabía si alguien podía ver como poco a poco sus muros flaqueaban, como las grietas empezaban a salir de estos y pronto todo se derrumbaría encima de él.

     Antes de poder llegar a la universidad le llegó una llamada de un número desconocido que hizo que se detuviera y diera la vuelta para correr rumbo a su casa de nueva cuenta con el corazón latiendo como loco.

     Corrió sin poner mucha atención a quién empujaba en el camino, con la sola idea en la mente de llegar lo más rápido posible a lo que llamaba hogar. Cuando llegó se dirigió rápidamente al cuarto de su hermano donde pudo ver que este se encontraba hecho bolita en el suelo mientras pedía a la persona que le hacía compañía que se alejara de él mientras lloraba haciendo que su corazón se estrujara al ver a su hermano en ese estado en el cual no había estado desde hace casi dos meses.

     Se acercó al cuerpo de su hermano cuidadosamente, intentando no hacer ningún movimiento brusco o sonido fuerte para no alarmarlo más, le tocó cuidadosamente el cabello mientras le decía palabras relajantes como "que todo iba a estar bien" y que ya estaba él ahí, después de unos segundos acariciando su cabeza el contrario levantó la mirada conectándola con la de Donghyuck, se abalanzó hacía él porque con el tiempo se había vuelto el único lugar seguro de Seokmin.

     Le tendió unas pastillas que había tomado del mueble antes de acercarse mientras sacaba una botella con agua que traía en su mochila, el contrario aún con los ojos llorosos tomo ambas cosas y consumió el medicamento, se dirigió a su cama de nueva cuenta ya que eran unos calmantes, le pidió disculpas a Donghyuck y este le dijo que hablaría con Taeyong quien había sido el responsable de que a su hermano le diera otro ataque.