"¿Eri-Chan?"

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"Así que usan a esa niña cómo conejillo de indias ¿No es así?" Izuku le preguntaría a Nejire quien se encontraba con su traje de heroína. "Así es, no puedes decirle a nadie está información, se supone que el viernes atacaremos la base de los Yakuza, no aguanto las ganas por rescatar a esa pobre niña, no imagino todo lo que ha tenido que pasar." La peliceleste comentaría algo molesta.

"Ya veo, es una lástima que Endeavor no nos haya dejado participar de esta misión, me encantaría poder ayudarlos pero no podré hacerlo en esta ocasión, solo ten cuidado ¿Esta bien?" El pecoso le diría a la chica que estaba algo desorientada mirando el suelo. "Es algo agotador esto de las agencias, no he dormido bien últimamente supongo que necesito un descanso." La niña se sinceraba ante el chico que la envolvía en un abrazo.

"Tu puedes con esto niña, recuerda que me tienes a mi, quizás no sea la gran cosa pero aquí estoy." Izuku diría algo sonriente mientras la peliceleste lo admiraba con una sonrisa que difuminaba todo el cansancio que traía consigo. "Solo duerme un poco." El chico diría mientras la niña recostaba su cabeza en el hombro del peliverde.

-Time skip-

"¡¡IZUKU!!" Nejire despertaría dando un grito mientras miraba a su alrededor dándose cuenta que estaba en la habitación de un hospital. Rápidamente está se levantaría y saldría corriendo de ahí en busca del chico. "¡Hey Hadou!" Escucharía la voz de Tamaki quien la detendría. "¿A donde vas?" El peliazul preguntaría preocupado por la chica que no se encontraba en las mejores condiciones.

"¿Sabes dónde está deku? El chico que peleó contra chisaki." La niña preguntaría un tanto desesperada. "Si, debería estar hablando con Endeavor en la habitación que se encuentra al lado de Eri-Chan, Está en el 5 piso al final del pasillo." Tamaki daría las indicaciones aliviando un poco a Nejire que agradecería y partiría rumbo a la habitación donde se encontraba el peliverde.

"Te dije que no podías participar de esta misión, Desobedeciste mis órdenes." Endeavor diría de una manera muy seria mientras nejire escuchaba la conversación desde afuera de la habitación. "Lo sé, es solo que no podía quedarme de brazos cruzados. No podía dejar que el se la llevará." Izuku contestaría justificando el por qué de su accionar.

"Aún así hiciste caso omiso a lo que te dije, debería echarte de mi agencia." Endeavor comentaría molesto mientras izuku agachaba la cabeza. "Entiendo, Estoy a disposición de cualquier determinación que usted tome, Lo siento Endeavor." El chico acataria cualquier tipo de medida que Endeavor tomara, pues se sentía decepcionado de si mismo.

"La próxima vez que no acates una de mis órdenes estaras fuera de mi agencia, es un ultimátum." Endeavor diría serio, esto sorprendería al peliverde puesto que no pensaba en que Endeavor le daría otra oportunidad. "Muchísimas gracias Endeavor, le prometo que no volverá a ocurrir." El chico contestaría con una felicidad muy fácil de reconocer. "Más te vale, Tengo que ir a resolver unos asuntos, no te metas en problemas, adiós." El héroe de fuego se marcharía de la habitación notando que la peliceleste se encontraba afuera esperando pero no dándole más importancia seguiría su camino.

"Tuve suerte esta vez, Pero no podía quedarme sin hacer nada, No podía dejarla sola a ella y a esa pobre niña, No me hubiera gustado verla triste." El pecoso comentaría para si mismo antes de escuchar una voz familiar. "¿A quien no te gusta ver triste?." La chica preguntaría antes de que izuku reaccionara.

"Nejire... ¿Estas bien? ¿Te duele algo? ¿Has comido algo? Deberías estar descansando, No te hace bien estar de pie." El chico preguntaría por su salud antes de regañarla un poco por su imprudencia. "Estoy bien, estaba tan asustada, lo último que recuerdo es que tú tenías a la pequeña Eri-Chan y estabas peleando contra el líder de los Yakuza, tenía tanto miedo que te pasará algo, ¿Por lo hiciste? ¿Por fuiste hasta ahí cuando no te correspondía?." La niña preguntaría preocupada por la situación.

"Por que me importas tú y no podía dejar que se llevará a Eri-Chan, no quería verte triste, cuando sonríes pareciera que iluminas todo a tu alrededor y eso me gusta, Siempre estaré ahí para ti, ¿Lo recuerdas? Esta no iba a ser la excepción." El chico explicaría sonriente mientras la peliceleste se abalanzaba contra el envolviéndolo en un abrazo.

"Eres un tonto." La niña diría con un puchero, "Las pequeñas acciones que hacemos día a día hacen la diferencia, algún día Eri-Chan será una adulta y podrá decidir sobre su futuro, espero algún día alcanzar la libertad que tanto se merece, hasta entonces me preocuparé de que nadie le haga daño." el peliverde comentaría muy seguro de si mismo.

"Eso es tan lindo de tu parte, vas a hacer que me termine enamorando de ti." La chica diría mirándolo a los ojos de manera continua. "Tonta, eso jamás pasará." El chico respondería avergonzado por la chica que continuaba acechandolo. "¿Estas seguro?" la chica preguntaría con una sonrisa maliciosa.

"No voy a entrar en tu juego Hadou-san." El niño dejaba entrever su postura, mientras la chica soltaba al chico de sus brazos. "Te odio remolacha." La chica comentaría de manera sincera. "Yo tambien te amo." El chico respondería de forma irónica ante la insinuación de la peliceleste. "¡Uish! Por eso me caes mal remolacha tonta." Hadou saldría de la habitación con un puchero, dejando al pecoso solo.

"Esta niña es tan difícil de comprender, ¿Quien la entiende?" El chico se preguntaría a si mismo para solo posteriormente encogerse de hombros, "De vuelta a la normalidad ¿No?" El chico diría dando un largo suspiro antes de salir por la puerta y continuar su vida.

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