Hadou quien se encontraba aún con su vestido utilizado en el concurso de belleza, comenzaba a sentir frío debido a la baja temperatura en el ambiente. "No puedo creer que haya tenido el valor para decir eso en público, supongo que me deje llevar por la emoción del momento." La niña hablaría consigo misma algo arrepentida por sus palabras tan deliberadas.
"Hadou-san..." La voz del pecoso pondría en alerta a la peliceleste que se encontraba distraída. "Izuku-kun." La chica respondería acudiendo a su nombre, la conversación parecía no fluir de manera normal como solía serlo siempre, pues eso se debía especialmente a que las cosas habían cambiado últimamente.
"Tu lo conseguiste, estoy muy feliz por ti Tontita." El chico procedía a felicitarla por lograr su cometido. "Es todo gracias a ti, fuiste mi motivación para dar el máximo en esta ocasión." Hadou respondería con una voz armónica que trasmitía la paz que sentía en estos momentos. "¿Te parece bien si vamos a caminar? Ha pasado mucho tiempo desde que no tenemos nuestro momento a solas, extraño tus berrinches y discursos motivacionales." El niño comentaría con una pequeña sonrisa impregnada en su rostro.
"Claro que si remolacha." La chica que siempre solía desprender una energía inagotable ahora parecía desprender más bien una serenidad poco común en ella. "Ven, acompáñame." Izuku diria tomando la mano de la chica que solo sonreía. "Odio estar siempre en U.A, salgamos de aquí un momento." El pecoso diria tranquilo mientras la chica solo acataba las palabras del niño.
"Fiu~ Por fin libertad." El chico diría dando un pequeño suspiro de alivio. "¿No soltaras mi mano?" La chica preguntaría mirándolo fijamente. "¡Lo siento!" El peliverde soltaría inmediatamente la mano de la niña que soltaba una pequeña risita. "Eres demasiado tierno." Hadou esbozando una sonrisa llena de felicidad daría un paso adelante y tomaría la mano del pecoso. "Es una cita, podría perderme en la ciudad. Estoy más segura si me llevas de la mano." Hadou irónicamente explicaría su acción.
"Uhm, últimamente pienso mucho." El chico hacia su confesión ante la niña que siempre solía aconsejarle en estos casos. "¿Y eso es malo?" La chica le preguntaría al pecoso. "No lo sé, supongo que depende de lo que pasa por mi cabeza." Izuku respondería un tanto inseguro de su respuesta. "¿Y que es lo que pasa por tu cabeza que te tiene tan pensativo?" Hadou preguntaría dejando entre la espada y la pared al peliverde, inconscientemente lo había atrapado en un juego que ni siquiera parecía ser a propósito.
"Tu, eres tu lo que me tiene tan pensativo." El chico respondería con total sinceridad. "Así que soy yo la razón, ¿Hice algo que te tiene pensando tanto?" Las constantes preguntas de Hadou parecían ser un hábito que jamás desaparecía de su ser. "No lo sé." izuku respondería tratando de desviar el tema. "¿No lo sabes? Si te soy sincera yo también he estado muy pensativa y duditativa este último tiempo." La chica comentaría regalándole una pequeña risita al pecoso.
Nejire y Izuku habían llegado al parque de la ciudad, en una noche fresca de otoño, La oscuridad envolvía el lugar mientras los únicos sonidos que se podían escuchar eran los grillos y algunos autos transitando por el sector.
Ahí pudieron disfrutar de la calma y tranquilidad que ésta les brindaba después de un día lleno de emociones y preocupaciones. Se sentaron en un banco de madera y Nejire empezó a hablar."¿Te sientes bien?" Preguntó ella.
"Estoy bien" Respondió Izuku, a pesar de sentirse un poco nervioso por toda la situación.
La chica se apoyó en su hombro, acurrucándose y sintiendo su calor corporal. Izuku sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. La distancia que hubo entre ellos se redujo, pero su incertidumbre se hizo más grande. Cada uno estaba inmerso en sus propios pensamientos, pero la tensión que llenaba el ambiente no se movió. Comenzaron a hablar del día que habían tenido, de las cosas que habían hecho y de las personas que habían visto en la plaza.
Pero a medida que la conversación continuaba, ambos se dieron cuenta de que no tenían ni la menor idea de como expresar sus sentimientos. Nejire sintió un nudo en el estómago, y se acercó aún más a Izuku, esperando que él hiciera lo mismo.
Sin embargo, el pecoso siguió sentado en la misma posición y no sabía qué hacer. Quería dar el primer paso, pero no sabía cómo hacerlo. Hadou notó la indecisión en la cara de Izuku y comía sus uñas ansiosamente. Ambos seguían ahí, sin saber cómo decir lo que sentían. La falta de comunicación entre ellos los había llevado a un punto en el que no tenían certeza acerca de cómo deberían actuar.
Finalmente, se miraron a los ojos y se pusieron de pie. La noche había llegado a su fin y debían volver a la academia. Pero antes de separarse, se abrazaron fuerte y por un momento pudieron sentir cómo sus corazones se latían uno contra el otro.
No había habido una confesión directa de sus sentimientos, pero el abrazo intenso y la sensación que habían tenido, les había dejado saber que había algo más allá de la amistad. Sabían que era el inicio de algo especial para ambos, quizás hoy el destino le había negado la oportunidad de desvelar sus sentimientos, pero más temprano que tarde esa oportunidad llegaría.